La crispación en la calle enmarca el comienzo y el final de la asamblea de la Arandina CF

Aranda de Duero

Al margen de las decisiones adoptadas por la Asamblea de la Arandina CF, cuyas consecuencia están por ver, la primera secuela de este tortuoso proceso es la brecha abierta en la masa social del club, como ha quedado patente antes, durante y después de la sesión de este lunes. La crispación ha sido la nota predominante dentro y sobre todo fuera del edificio donde se celebraba la asamblea . A las puertas del edificio de Ibercaja (antes Caja del Círculo) y al otro lado de la carretera, entorno a los quioscos de la Plaza de la Virgencilla, se concentraban unas 200 personas, según fuentes policiales, la mayoría de los cuales han permanecido desde las seis y media, una hora antes de comenzar la asamblea, hasta las diez y media, momento en que salían los últimos directivos. Durante todo este tiempo han mostrado su discrepancia con la actual directiva y contra el proceso de conversión del club en SAD con abucheos, pitidos, gritos y hasta algunos insultos a la actual junta directiva y a quienes consideraban sus socios afines y con aplausos a los socios discrepantes, a muchos de los cuales se ha impedido el acceso a la asamblea.

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Entre el público descontento, el grupo más activo se ha situado a las puertas del edificio de Ibercaja en el que se debatía el futuro del club, con letreros en los que podían leer lemas como “Mentirosos”, “Sinvergüenzas, ladrones” “Se vende palco” (enmarcado con escudos del Real Madrid), “Virginia, Aranda no te quiere” (en referencia a la presidenta de la entidad) entre otros. Padres y madres de jugadores de categorías inferiores, socios y simpatizantes, muchos de ellos con la bufanda de la Arandina y un nutrido grupo de menores vestidos con el chándal del club han hecho sonar desde las seis y media de la tarde bocinas y pitos y han coreado diversos eslóganes, como “La Arandina no se vende” o “Lo primero, la Arandina”. También les han acompañado algunos ex-miembros de la primera plantilla.

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Casi con la misma afluencia de público se han encontrado los socios horas después, cuando ha acabado la asamblea, sobre las diez de la noche, con suerte desigual: aplausos a quienes han mantenido la oposición a la directiva y gritos de reproche y pitidos a quienes han votado favorablemente a la conversión del club en SAD. Escoltados por Policía Nacional y Policía Local han salido, finalmente, la presidenta, el secretario y la tesorera del Club, entre otro aluvión de pitidos, abucheos y gritos de “Habéis vendido a vuestro pueblo”

Tampoco los medios de comunicación se han librado de la ira de algunos, que han gritado “medios encubridores” a los profesionales de la información que llevaban a cabo su trabajo en medio de este crispado ambiente.

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