La pareja de Palencia que el pasado mes de mayo entró en la playa de Oyambre (Valdáliga, Cantabria) con su coche, que quedó «encallado» en la orilla del mar, ha reconocido los hechos y pagado voluntariamente 350 euros de multa. De esta forma se ha saldado el expediente abierto por el Gobierno regional, por una falta leve -estacionar en el arenal-, y ha quedado el asunto archivado, han informado a Europa Press fuentes de la administración autonómica. El procedimiento sancionador partió de las diligencias instruidas por la Guardia Civil por lo ocurrido en ese espacio, enclavado en el Parque Natural de Oyambre, y de donde el vehículo tuvo que ser recuperado por bomberos del 112 del Parque de Valdáliga con la ayuda de un vehículo pesado de un particular. Tras su intervención en este suceso, la Benemérita valoró posibles infracciones a las leyes de Costas, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Vial. Y el Ejecutivo regional inició acciones al considerar que este tipo de actuaciones no pueden quedar impunes, valorando las direcciones generales de Protección Civil, Medio Ambiente y Biodiversidad la posibilidad de sancionar y en qué medida. Finalmente, los implicados reconocieron los hechos y pagaron voluntariamente, 350 euros, y el expediente se archivó. Los efectivos del Gobierno regional acudieron a valorar la situación y, cuando llegaron, comprobaron que no había nadie dentro del turismo, que estaba “al capricho de las olas”, flotando y tocando fondo. Aunque oficialmente se desconoce cómo llegó hasta el mar, testigos presenciales aseguraron que los dos ocupantes del coche habían estado haciendo trompos por el arenal -de dos kilómetros de longitud- y, tras quedar encallado, se fueron a un chiringuito cercano, «El pájaro amarillo». Los efectivos gestionaron la colaboración de un particular con vehículo pesado quien, junto a ellos, sacó el turismo del mar. En concreto, los bomberos, equipados con neoprenos, se adentraron en al agua para colocar eslingas al coche y poder extraerlo traccionando con el vehículo pesado.