Mañueco pide a García-Gallardo que “vuelva a la senda” de mejorar Castilla y León y se aleje de las decisiones de Madrid

Valladolid

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, pidió hoy al exvicepresidente del Gobierno autonómico, Juan García-Gallardo, que “vuelva a la senda para mejorar la vida de las personas de Castilla y León” y se aleje de las decisiones que su partido toma en Madrid, a las que Mañueco acusó de decidir la ruptura del acuerdo de gobierno entre PP y Vox en la Comunidad.

Todo ello como respuesta a las preguntas concretas que García-Gallardo hizo al presidente de la Junta sobre los principios que van a guiar a la Junta en lo que queda de legislatura en tres materias concretas: el aborto, la Agenda 2030 y la memoria histórica.

Durante el primer debate entre ambos mandatarios en el pleno de las Cortes de Castilla y León, Mañueco le recordó a García-Gallardo sus palabras en el debate de investidura, en el que el exvicepresidente dijo que “los intereses de las personas de Castilla y León eran lo primero”.

“Le invito a que vuelva a ese camino”, sostuvo Mañueco, frente a la situación por la que, a su juicio, “se dirige la política de Castilla y León de su partido desde despachos de Madrid”, ya que “este verano ha quedado claro que quien manda en su formación política en la Comunidad no está aquí, sino en Madrid”.

De hecho, en su alegato como respuesta a la pregunta de García-Gallardo, que cuestionó “qué principios van a guiar a la Junta en lo que queda de legislatura”, Mañueco consideró que ambos partidos podrán seguir acordando si sus procuradores quieren “volver a la senda de ser útiles, rompiendo con los despachos que les dirigen en Madrid”. Sin embargo, consideró “difícil” llegar a cualquier acuerdo si Vox “opta por las estrategias partidistas de su partido en Madrid”.

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“Yo elegí hace mucho tiempo”, concluyó Mañueco, apuntando que su apuesta es “por las personas de Castilla y León”, y resumió que los principios con los que gestionarán el gobierno autonómico durante los próximos meses son “los mismos con los que nos presentamos a las elecciones, los que tuvieron la mayoría de votos, y los que hicieron que nos pusiéramos de acuerdo las dos formaciones”.

Dudas que “merecen respuesta”

García-Gallardo lamentó que la respuesta de Mañueco no contestase sus preguntas concretas sobre si mantendrá el acuerdo de Vox y PP para “defender el derecho fundamental a la vida” y que, dijo, “sigue publicado en la web de la Junta que usted preside”.

Tampoco consideró el exvicepresidente que Mañueco contestase a la pregunta sobre la recuperación o no de las políticas de la Agenda 2030 o sobre la aprobación de la ley de concordia para derogar el decreto de memoria histórica, por lo que se preguntó si los principios a los que alude el presidente de la Junta “son los de Feijóo, que apoya al socialismo, o los de Esperanza Aguirre”, refiriéndose también a estos últimos como los del “apoyo a los trabajadores del campo y la automoción”, que aseguró que él mismo defendió en Bruselas cuando era vicepresidente autonómico.

Por ello, y ante las “dudas que muchos albergan, y que merecen respuesta”, reiteró a Mañueco sus preguntas señalando que “los principios de los votantes de Vox, y de muchos votantes del PP, sí van a ser defendidos” por el Grupo Parlamentario ahora dirigido por Juan García-Gallardo.

El presidente y el portavoz socialista marcan distancias con reproches

El primero le acusa de ser "marioneta de Sánchez" y el segundo replica que no le apoyará en la oposición al Gobierno. El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, advirtió hoy al portavoz socialista, Luis Tudanca, que gobernará desde el diálogo para todos, tenderá puentes y llegará a acuerdos con quien así los quiera, mientras que el jefe de la oposición mayoritaria afirmó que no tendrá su apoyo si se dedica a hacer oposición al Gobierno.

En el primer pleno de las Cortes de este periodo de sesiones, Fernández Mañueco y Tudanca marcaron distancias en un cruce de reproches como el que terminó en el anterior mandato, ya que ambos se acusaron de no atender al diálogo y al acuerdo ofrecido por uno o por otro.

“Tiene un gobierno débil y frágil”, resumió el socialista en su pregunta en la que solicitó conocer los retos de un Ejecutivo que está en minoría después de la salida de Vox de la Junta de Castilla y León, a la vez que le recordó que ha presidido tres gobiernos desde el año 2019.

Fernández Mañueco manifestó que afronta los retos con ilusión energía y ganas por hacer cosas por esta tierra y desde el diálogo y preguntó al socialista si tiene algo útil que ofrecer o seguirá igual. “Este es el momento de comprobar si desde Ferraz le dejan margen para trabajar o es la marioneta de Sánchez que le marcan el camino desde Madrid”, zanjó.

Poco antes el socialista le lanzó: “Para defender los intereses de Castilla y León aquí nos tiene, para hacer oposición al Gobierno de España no cuente con nosotros ni lo sueñe”. Tudanca aseguró que la realidad es diferente a la que presenta el presidente de la Junta en su oferta de acuerdo. Según Tudanca, el popular “ha convertido la bancada en un cementerio de exvicepresidentes, que los ciudadanos ven un rosario de traiciones habla de diálogo pero rechazó 2.000 enmiendas”, en referencia a la ronda de reuniones ofrecidas por el presidente de la Junta para llegar a acuerdos.

Tras escuchar al socialista, Fernández Mañueco afirmó que la intervención evidencia que está “plegado a los dictados del sanchismo y quien manda en el grupo es Madrid por eso no estrecha la mano que tantas veces le he tendido como en sanidad o corredor atlántico y pone condiciones intransigentes”.

Por ello, como al inicio de su intervención, insistió en que va a seguir trabajando desde “el diálogo y buscará acuerdos y tenderá puentes a quien quiera y en contra de los privilegios de Sánchez a los separatistas que tanto perjudica a Castilla y León”.

Por su parte, el portavoz socialista lamentó que haya sido “la extrema derecha” quien “ha puesto un cordón sanitario” al presidente de la Junta e insistió en conocer de “verdad” si PP y Vox han roto, dado que mantiene al consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, han limitado el control al PSOE y solo han votado una vez en contra en 21 votaciones en las comisiones.