ALCER sale a la calle para concienciar sobre cómo prevenir las enfermedades del riñón

La Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón de Ávila, que agrupa unas 180 personas, ha salido hoy a la calle para concienciar sobre el incremento de la Enfermedad Renal Crónica que en su estadio más avanzado provoca insuficiencia renal y obliga a los enfermos a vivir realizando tratamientos de diálisis o esperando un trasplante de órgano.

Uno de los problemas de la enfermedad renal es que está infradiagnosticada. Al inicio los síntomas son poco reconocibles y cuando se diagnostica suele estar ya avanzada. Por eso desde ALCER están reclamando programas de detección temprana en la población de riesgo, mediante análisis rutinarios de sangre o de orina.

Según los últimos datos publicados por SACYL en esta provincia hay en torno a un centenar de personas en tratamiento de diálisis, ya sea hospitalaria o en su domicilio. Y unos 88 abulenses viven gracias a un trasplante de riñón.

Cristina San Segundo tuvo suerte. En su caso solo pasó seis meses haciéndose diálisis peritoneal antes de someterse al trasplante. Estuvo poco tiempo en lista de espera, pero fueron meses muy difíciles por "la incertidumbre de no saber cuándo te va a tocar, si te va a ir bien". Dice que le ha cambiado la vida. "Una vez que estás trasplantado solo tienes que tomar tu medicación y haces vida totalmente normal".

Los principales factores de riesgo para desarrollar la enfermedad renal crónica son padecer hipertensión y diabetes.

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• Hipertensión: A mayor edad mayor es la probabilidad de padecer de tensión alta. También cuentan los antecedentes familiares, la obesidad, el sedentarismo, el hábito tabáquico, el consumo de sal en la dieta, el consumo de exceso de grasas saturadas en la dieta, el consumo excesivo de alcohol, y el estrés.
• Diabetes: cuando la insulina no se produce o no funciona bien, hay un exceso de glucosa en la sangre que daña a los vasos sanguíneos renales y éstos se ven afectados perdiendo parte de su capacidad de filtrado.

Cuando el daño en los riñones ya está avanzado aparecen algunos síntomas de la enfermedad:

• Cansancio, astenia
• Pies y manos hinchadas, por el líquido acumulado por la falta de capacidad de filtrado de los
• riñones
• Picores en la piel, por el acúmulo de productos tóxicos que no se eliminan y hormigueos.
• Pérdida de apetito, náuseas
• Anemia
• Necesidad de orinar durante la noche
• En determinados grados de insuficiencia renal se puede producir disfunción eréctil en los hombres, lo que puede dificultar las relaciones sexuales.
• En estados más avanzados o graves puede aparecer un síndrome urémico que incluye manifestaciones digestivas, neurológicas y cardiovasculares y cambios en los iones y pH de la sangre que pueden requerir tratamiento con diálisis.