La Arandina se asoma al precipicio

Aranda de Duero

Las opciones se diluyen. Matemáticamente es posible la salvación, pero la clasificación da virtualmente casi descendida a la Arandina. El partido ante la Gimnástica de Torrelavega era una nueva oportunidad para tratar de meterse en la pelea, y al menos tener opción de soñar, pero la primera parte ya dio vibras de lo que estaba por llegar. El planteamiento inicial no aportó resultado, y los minutos lo demostraron, primero para mal, y luego para bien con los cambios, donde llegaron los goles locales.

El comienzo blanquiazul no fue bueno; estuvieron faltos a la hora de crear y de generar oportunidades a diferencia de otras tardes, ante una Gimnástica más valiente, aunque tampoco muy efectiva de cara portería en sus aproximaciones. Se echó en falta la contundencia defensiva que otorga habitualmente Pesca (que no entró en convocatoria) y la mordiente que pueden ofrecer Frodo o Gonzalo en punta.

Pese a ello, sí hubo un aviso local por parte de un remate de Kevin que salvó el guardameta visitante, pero a partir de ahí las ocasiones comenzaron a ser cántabras. Perdonaron varias veces, con opciones de varios colores, y algunas de ellas, con la mano salvadora de Jara. Las más claras en el 23,27, 33 y 35. En cuatro ocasiones pudo llegar el gol visitante, que al final se produjo al filo del descanso, obra de Unai. De la Arandina menos noticias, porque nuevamente se llegaba mucho, pero sin concretar. Adri Pérez la tuvo, pero su remate fue escorado.

Del desastre a la ilusión

Esta vez había que volver a intentar la remontada, algo que únicamente ha conseguido la Arandina este año frente a su rival esta tarde. Pero ni por esas. La Arandina se estiró y la Gimnástica se vino arriba, logrando a través de una falta en el límite del área (los visitantes la reclamaron dentro) el 0-2 en el rechace, en el que la defensa blanquiazul quedó en estático.

Ahora sí, entrada para los delanteros, quedando Haji y Deiby como cierre, y buscando el imposible. Porque lamentablemente llegó el 0-3. Pérdida de balón de Varona, y claro uno para uno que resuelven los cántabros. Parecía que el partido estaba cerrado, pero lo avivaron Gonzalo y Kevin con sus goles de cabeza y con un remate desde la frontal haciendo creer a la grada, con la mejor entrada de la temporada (más de 2.000 espectadores) con la promoción gratuita realizada en los colegios.

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Pudo llegar incluso el empate cuando el colegiado decretó un penalti en el 93’ que posteriormente falló Frodo. Y ya poco más hubo que hacer. La Arandina se acordará de estos tres goles, como de otros tantos partidos que se fueron. Pero el peor parado fue Fer, con en principio rotura de tibia que acabó sin sanción. Un arbitraje por cierto, aunque no sirve de excusa, igual de lamentable para los dos equipos.