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Avalancha de peticiones desde Argentina y Cuba para solicitar la nacionalidad española

En Palencia hasta 27.000 libros sacramentales con millones de datos se acaban de poner a salvo en unas nuevas instalaciones

PALENCIA, 09/01/2024.- Voluntarios trabajan en la digitalización de los registros parroquiales trasladados a la nueva sede del Archivo Histórico Diocesano de Palencia. EFE/ Almudena Álvarez / Almudena Álvarez

PALENCIA, 09/01/2024.- Voluntarios trabajan en la digitalización de los registros parroquiales trasladados a la nueva sede del Archivo Histórico Diocesano de Palencia. EFE/ Almudena Álvarez

Palencia

Decenas de peticiones llegan cada semana al Obispado de Palencia, desde diferentes puntos de Argentina y Cuba, para solicitar la documentación necesaria que acredite la ascendencia española de los solicitantes y poder iniciar los trámites necesarios para adquirir la nacionalidad en España.

Esta es una de las numerosas utilidades del archivo diocesano de Palencia, recientemente digitalizado en una base de datos con 1,7 millones de registros procedentes de 27.000 libros sacramentales con datos de feligreses que se remontan hasta el siglo XVI.

Avalancha de peticiones desde Argentina y Cuba

Desde que fue aprobada la Ley de la Memoria Democrática, que permite que los bisnietos de los españoles de origen puedan solicitar la nacionalidad sin necesidad de esperar a que el progenitor, nieto o nieta de español, la obtenga previamente, los registros eclesiásticos reciben una avalancha de peticiones.

Al Archivo Diocesano de Palencia llegan cada semana decenas de peticiones. “En los días de Navidad que hemos estado cerrados se nos han acumulado más de cincuenta”, afirma su director, Dionisio Antolín, quien subraya que son muchos los descendientes de emigrantes, principalmente argentinos y cubanos, que buscan sus raíces en los registros eclesiásticos para pedir la nacionalidad española.

A través de estas búsquedas no solo se consigue un papel para solicitar la nacionalidad, sino que en muchos casos están sirviendo para volver a estrechar lazos porque “los hijos y nietos de emigrantes están encontrando a familiares, primos que en muchos casos desconocían tener”, ha añadido.

Solicitar la nacionalidad española o trazar el árbol genealógico de una familia y hundir las raíces hasta el año 1540 es posible gracias a los registros de la iglesia, que durante siglos ha contabilizado cada nacimiento, matrimonio o defunción en cada pueblo de España.

En Palencia hasta 27.000 libros sacramentales con millones de datos se acaban de poner a salvo en unas nuevas instalaciones.

Mudanza segura

Y es que el Archivo Diocesano de Palencia se acaba de mudar. Hasta ahora estaba ubicado en el palacio episcopal pero el riesgo que suponían unas instalaciones obsoletas para la integridad de los documentos que allí se guardaban, animó a la Diócesis a trabajar en su traslado a otro lugar que asegurara su conservación y consulta.

Este martes, el obispo-administrador apostólico de Palencia, Manuel Herrero, y el director del archivo, Dionisio Antolín, han inaugurado la nueva sede situada en la calle San Marcos, en las instalaciones del Seminario Mayor que hasta hace poco ocupaba el Espacio Digital de la Junta de Castilla y León.

En esta mudanza ha viajado la historia de los hombres y mujeres que vivieron en la provincia de Palencia desde 1540, -cuando algunas parroquias avezadas empezaron a hacer los primeros registros ya que estos no fueron obligatorios hasta el año 1563 con el Concilio de Trento.

Engloban una ingente cantidad de documentos y datos permiten trazar la línea entre el pasado y presente leyendo partidas de nacimiento y de bautismo, actas de defunción, matrimonios y confirmaciones y todos los sacramentos que recibieron sus feligreses.

Estos libros permite tener un testimonio de los habitantes de la provincia, “saber con quién se casaron, los hijos que tuvieron, quiénes fueron los padrinos”, ha explicado Dionisio Antolín, pero también trazar el árbol genealógico de cualquier familia desde 1540.

“Son libros sacramentales que nos dan a conocer la vida de los hombres y mujeres de la provincia a lo largo de los siglos”, ha insistido el religioso apelando al orgullo de tener un patrimonio humano “que nos debe interesar a todos y que hay que conservar”.

Hay que saber que eran datos importantes para evitar matrimonios consanguíneos en una época en que el que nacía en un pueblo, muchas veces vivía, se casaba y moría en el mismo lugar. Y que también nos acercan a epidemias que diezmaron la población en muchos pueblos.

Los fondos del archivo diocesano de Palencia

Como explica el director del archivo, en total se han trasladado 12.000 carpetas desde las antiguas instalaciones situadas en el Obispado.

Cada carpeta puede contener de uno a cinco libros, aunque algunos son tan grandes que no caben en una sola. “Podemos decir que habrá en torno a 27.000 libros sacramentales de bautismo, matrimonio y defunción principalmente”, ha manifestado.

Pero además de estos libros sacramentales, los registros eclesiásticos conservan otros libros parroquiales como los de cuentas, de fábrica, de cofradías, las actas y bulas que construyen la historia de cada pueblo y ciudad.

Porque, como señala Antolín, la historia de un territorio no está hecha solo de grandes gestas, también la sostienen las vidas de los hombres y mujeres que los habitaron y los registros eclesiásticos y libros parroquiales están llenos de datos que contribuyen a reconstruir ese pasado.

Una base de datos con 1.700.000 registros

Ahora, todo el archivo se está digitalizando e indexando, una ingente labor a la que dedican horas y horas 92 voluntarios. Su labor callada ha permitido, por ejemplo, que el propio Dionisio Antolín haya podido bucear con su apellido y llegar hasta 1570 en la historia de su familia en su pueblo natal, Villanueva del Río.

Y permitirá que cualquier persona interesada haga lo mismo buceando en una base de datos que crece cada día. De momento se han digitalizado unos 5.000 libros y se han incorporado 1.700.000 registros.

“Cada registro recoge el nombre y los apellidos de una persona, los nombres de sus padres, su fecha de nacimiento, bautizo, sus padrinos, abuelos maternos y paternos….”. Y cada día se están incorporando entre 1.700 y 2.000 registros, ha añadido.

Además, en breve, se podrá acceder a esta base de datos a través de una página web sin necesidad de buscar en los ordenadores situados en la sala principal del nuevo archivo.

 
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