Reparto de puntos con un arbitraje desquiciante

Aranda de Duero

No es una noticia nueva, porque los arbitrajes están bastante lejos de la profesionalidad que en parte exige la Segunda RFEF, pero cuando un trío arbitral se convierte en el protagonista de un partido, y los jugadores pasan a un segundo plano, es una mala noticia.

En el Juan Carlos Higuero un regreso positivo a la realidad para la Arandina en su duelo ante el Zamora, uno de los equipos más competitivos de la liga, ante el que se sumó, e igualó como mínimo en intensidad. “Hemos marcado el camino, ahora mismo no tenemos que mirar a la clasificación, y falta dar el paso final”, explicaba Alex Izquierdo en la rueda de prensa posterior. Y es que en la primera parte la Arandina había sido más presencial en campo rival, pero sobre todo férrea en defensa. “Lo más importante es que hemos dejado la portería a cero, que es la mejor forma de crecer”, detallaba al respecto Izquierdo.

Sin apenas ocasiones, una por equipo en concreto, se llegó al descanso. Y de ahí a una segunda parte con rápido carrusel de cambios para el Zamora y más tardío para los blanquiazules, que tenían dos bajas por sanción (Haji y Zazu) y por tanto 16 jugadores de la primera plantilla en convocatoria. Mientras, de reconocer que la afición respondiera en número a la gratuidad del choque, pero sobre todo en animación. “Quiero darles las gracias por estar así con el equipo”, decía Álex.

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La tensión, elevada por los jueces

Y ante todo, una segunda parte que se le escapó al trío arbitral. La colegiada permitió que algunos jugadores protestaran con ahínco y fuerza, mientras a otros los penalizaba con cartulina. De desempolvarlas pasó a repartirlas con facilidad. Y los linieres, para más inri, no estuvieron muy acertados en lo más claro, mientras que en dos acciones que pudieron suponer gol local- de hecho lo acabaron siendo- se decretó fuera de juego. “En la primera creo que Frodo puede estar algo más adelantado, en la segunda de Ayoub no creo que lo sea, porque el línea estaba a mi altura y no estaba mirando”, lamentaba el entrenador local, si bien recordaba que “son cosas que no podemos controlar”.

Por cierto que volviendo a lo que quedó en el campo más allá de un tensionado segundo tiempo, se destacan pocas ocasiones pero muchos acercamientos de la Arandina que tiene que dar el último paso, si bien supo sufrir las acometidas rivales, llegadas sobre todo a través de córners. Y a mayores, una buena mano de Jara ante el que pudo ser el gol de la tarde. “El que hubiera marcado se había llevado el partido”, decían los entrenadores. Y razón no les faltaba. Aunque el fútbol tristemente fue lo que acabara quedando en segundo plano.

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Ahora el cuadro de Alex Izquierdo rinde visita el domingo a tierras ovetenses para medirse al Covadonga en el que será el estreno de la segunda vuelta. Una segunda vuelta en la que la Arandina debe voltear una compleja situación clasificatoria, pero como dice el técnico arandino, yendo partido a partido y sin mirar la tabla. Al fin y al cabo, lo único que importa será lo que dicte a principios de mayo.