La Diputación de Burgos evaluará la necesidad de mantener sus 5 residencias de mayores para prestar un mejor servicio

Burgos

La Diputación de Burgos afrontará una transformación de los servicios sociales para unificar la carta asistencial en sus cinco residencias, que suman entre 700 y 800 residentes. Se trata de adaptarlas a los requerimientos de la Junta de Castilla y León pero también a las necesidades de la provincia. De hecho, el presidente de la Diputación, Borja Suárez, ha adelantado que se cerrará la que no pueda ofrecer las prestaciones necesarias y se ampliará la que si encaje.

El presidente de la corporación provincial reconoce que el déficit que generan anualmente las residencias de la Diputación supera los 18 millones de euros. Sin embargo, señala que la competencia es de la Junta, pero también de las corporaciones locales que quieran implicarse. En el cao de la Diputación, insiste en que es su voluntad destinar más del 40% de su gasto a los servicios sociales.

Reconoce que el crecimiento de un millón de euros en las aportaciones del gobierno autonómico al convenio marco de servicios sociales queda muy lejos del gasto que realiza la Diputación de Burgos. Sin embargo, asegura que mantendrán estos servicios porque consideran que es una prioridad. De hecho, no iniciarán batallas con la Junta o la administración general del Estado para recibir más aportaciones.

Cree que la mejor manera de mejorar los servicios es contar con los recursos propios y que eso anima a otras administraciones a la mejora también de sus prestaciones. Borja Suárez sostiene que eso debe ocurrir con las residencias, igual que con las carreteras, donde van a realizar un esfuerzo importante para mejorar las de titularidad de la Diputación que suponen 2.000 de los 5.000 kilómetros de la red provincial. Cree que esto animará a que se mejoren también las de la red autonómica y la estatal.