La nueva campaña del acebo en Soria llega marcada por un buen número de bolas que presenta este año el recurso
El límite de corta de ramilla ornamental para este año supera los 20.800 kilos
Soria
ISABEL G. VILLARROEL
El acebo, o Tinne para los antiguos celtas, a veces llamado ‘árbol sagrado’, lo consideraban protector. Poniendo acebo en la casa, se dice que protege ésta de la mala suerte. Se utilizaba en los rituales del solsticio de invierno (la Navidad actual), para atraer suerte y prosperidad.
Ya ha comenzado la nueva campaña del acebo en la provincia de Soria marcada por un buen número de bolas que presenta este año el recurso. José Antonio Lucas, el jefe del servicio territorial de Medio Ambiente de la Junta en Soria, explica que “el acebo es una especie cíclica con años de descanso”.
El acebo es un árbol siempre verde de 2 a 10 metros de talla, pudiendo alcanzar hasta 16 metros. Tiene un tronco recto con corteza lisa y de color verdoso que con el tiempo se vuelve grisácea, áspera y agrietada. Las hojas están provistas de agujas punzantes, sobre todo en las partes bajas, para protegerse del ganado.
La copa es muy ramosa y espesa. Las hojas son planas con bordes ondulados provistos de agujas punzantes, sobre todo en las partes bajas de las plantas, donde están sometidas al constante ramoneo del ganado. Por este motivo las matas desarrollan esa especie de orla que rodea su perímetro. En las partes más altas de los acebos, donde ya no necesitan defenderse, las hojas son más ovaladas y carecen de púas. Brota su follaje a partir de mayo, junio y las hojas permanecen en el árbol de 3 a 5 años.
El límite de corta de ramilla ornamental para este año supera los 20.800 kilos en la provincia de Soria. El año pasado la cifra se fijó en 16.620 kilos en cinco localidades. La mayor cantidad de acebo se obtiene anualmente del acebal de Garagüeta en Arévalo de la Sierra, seguido de La Póveda y Oncala. “La producción y recogida es muy variable. Pese a que existe más oferta que demanda de acebo, el precio es elevado por la dificultad en su corta”.
El acebo es una especie dioica, es decir hay pies machos y pies hembras. Ambos tienen flor, pero sólo las hembras desarrollan los frutos, una drupa carnosa de color coral que contiene la semilla. Madura de octubre a noviembre y se mantiene en el árbol durante largo tiempo.
La polinización es entomófila, es decir, la realizan los insectos. Raramente se produce por el viento. Sus fuertes ramas son el refugio ideal para los animales que habitan estos parajes, más bien en invierno cuando el resto de los árboles se quedan sin hojas. También sus frutos les sirven de alimento, sobre todo para las aves, las cuales se encargan de difundir las semillas.
Soria cuenta con 2.000 hectáreas de acebal, especie que aparece como acompañante en otras 2.400 hectáreas. “El Acebal de Garagüeta está catalogado de gran importancia a nivel europeo. El acebo ha dejado de estar protegido en Castilla y León por la garantía de persistencia en el tiempo”.
Se aconseja mantener la planta húmeda en casa una vez comprado y, para que dure más tiempo, secarlo es la mejor opción. No conviene una exposición excesiva al sol, ya que el acebo es una especie de semisombra.
A pesar de que necesita un buen riego, esta especie vegeta bien en terrenos secos, por ello lo más adecuado es elevar la cantidad de agua en verano y moderarla durante el resto del año. Ha de tener un buen drenaje y es preferible que sea ácido, también abono rico en nitrógeno para fortalecer su crecimiento. La poda se realiza a finales de otoño y principios de invierno.