La Investidura
Las Claves de Pedro Brouilhet, párroco solidario del barrio de San Antonio y Grijota (Palencia)
Palencia
El miércoles y jueves he visto la sesión de investidura. Me sorprendió ver como nuestros señores diputados aplaudían a rabiar a sus diferentes líderes. Me molestaban algunas risas falsas, las muecas, los insultos, las rabietas, la falta de respeto, la intolerancia…
¿Estábamos en una sesión de investidura o en un debate dónde cada líder tiene que salir airoso ante los suyos? Yo creo que lo segundo. ¿Creen ustedes que hay espacio para el dialogo, la escucha el consenso, la mediación, el acercamiento de posturas en el congreso?
Cuando terminó el debate de investidura eché una ojeada por los diferentes medios de comunicación. La objetividad en estos temas no existe. Pero entre la neutralidad exquisita (casi imposible con todas las emociones que se ponen en juego) y el forofismo ideológico y sectario hay un enorme abismo. La investidura, en nuestros veredictos, estaba ya juzgada hace días.
Una de las búsquedas más humanas de la existencia, es la búsqueda de la verdad. Pues a veces tenemos que intentar aterrizar esto. No se trata solo de verdades últimas, intuiciones trascendentes, principios y fundamentos de la vida. Se trata de buscar la verdad concreta de lo que sea más justo, y más posible. En política también. Y este es el momento.