Condenan a seis años de cárcel a un hombre que intentó matar a su pareja durante un brote psicótico

Ávila

La Audiencia Provincial de Ávila ha impuesto una pena de seis años de cárcel a un hombre que intentó matar a su mujer en enero de 2021 tras sufrir un brote psicótico. Se le considera culpable de un delito de asesinato en grado de tentativa con el agravante de de parentesco pero se le aplican también la eximente incompleta de alteración psíquica y la atenuante por haber confesado los hechos.

Dado que el reo tiene una enfermedad mental se ha decidido su internamiento en un centro psiquiátrico durante esos seis años. Además se le prohíbe cualquier comunicación con la víctima o estar a menos de 500 metros de ella, durante diez años. Tendrá que indemnizar a la que era su pareja en el mometno de los hehcos con 52.373 euros. La sentencia puede ser recurrida ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

El ataque homicida se produjo en la casa que la pareja compartía en la madrugada del 31 de enero de 2021. Mauricio y Constanza (nombres ficticios) tenían una relación estable conocida por la familia de ambos, sin que hubieran tenido durante ese tiempo ningún enfrentamiento. Él padece esquizofrenia y según la sentencia llevaba varios días sin tomar su medicación.

A las 4.30 horas, Mauricio se levantó de la cama, cogió su teléfono móvil y se bajó al salón de la vivienda. Constanza, al ver que Mauricio no regresaba a la cama, se levantó y bajó al salón, viendo como Mauricio estaba utilizando el teléfono móvil sentado en uno de los lados del sofá. Constanza se sentó al otro lado del sofá y preguntó a Mauricio quea quién escribía a esas horas, contestándole Mauricio "tengo que hacerlo ahora".

Él había enviado un mensaje a su hermana en el que decía "que había llegado el momento", y se quejaba quejándose del trato que había recibido durante su adolescencia y también en la fábrica de Pamplona en la que trabajó, donde creía que le habían instalado un chip, porque oía ruidos y se sentía perseguido desde entonces.

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Mientras Constanza se quedó adormilada sentada en el sofá, Mauricio se levantó y se fue a la cocina, cogió "un cuchillo de cocina de hoja ancha, de 26 centímetros de longitud, con un peso de 796 gramos y una hoja de 14 centímetros, utensilio contundente que se utiliza habitualmente para partir alimentos de gran dureza".

Se acercó a Constanza, quien al verle con el brazo derecho levantado y el cuchillo en la mano le dijo "pero Mauricio , qué vas a hacer". En ese momento él, sin decir nada, la "cogió del pelo y comenzó a golpearle repetidamente con la macheta en la cabeza, produciéndole cortes sangrantes en distintas partes de la misma, intentando Constanza protegerse colocando sus brazos sobre la cabeza mientras permanecía sentada en el sofá".

Constanza logró levantarse y se dirigió a la puerta del salón para alcanzar el pasillo que conducía a la puerta de salida a la calle, siendo perseguida por el acusadoue siguió golpeando a Constanza con la macheta en la cabeza hasta que Constanza, pidiendo ayuda a gritos, logró salir de la vivienda y llegar por su propio pie hasta la vivienda de un tío suyo que, al verla ensangrentada, le trasladó con su vehículo hasta el centro médico.

Tras huir de la casa Constanza , a Mauricio "le surgieron ideas suicidas" en la creencia de que había ella estaba muerta. Inmediatamente después salió de casa y se montó en su coche, colocó el cuchillo en la alfombrilla del lado del copiloto y condujo el vehículo hasta sufrir un accidente.

Después se dirigió a una gasolinera cercana, diciendo a un empleado de la misma que llamara a la Guardia Civil. Al llegar al lugar la patrulla, Mauricio se encontraba "sentado en un banco con restos de sangre en ropa y cabeza, asustado y ausente" y al verles confesó "he matado a mi mujer". Afortunadamente ella no había muerto.