Hay que espabilar

Aranda de Duero

A la Arandina le está costando levantar la cabeza. Ante un rival directo y en casa fue incapaz de sumar los tres puntos, en un choque demasiado interrumpido y en el que faltó contundencia en las áreas, especialmente en defensa. Un partido como reconocía Álex Izquierdo “a rachas”, en el que faltó finura en ataque.

Mucha interrupción y acercamientos sin peligro en los primeros minutos, que después tuvieron color blanquiazul. El primer remate fue de cabeza de Haji en el 16’. Después lo intentó Frodo, y el gol acabó llegando en los pies de Raly, que se coló hasta la cocina y frente al meta rival, se le doblaron las manos ante el chut, poniendo el 1-0. El Cayón reaccionó con otra ocasión ante una defensa que no estaba teniendo su mejor día.

Y el segundo tiempo, fue lamentablemente en decadencia salvo destellos que dejaron Kevin o Deiby. En el 55’ el remate en una falta lateral mal defendida suponía el 1-1. A partir de ahí, los locales volvieron a meterle intensidad aunque fue un partido de rachas; lo pudo ganar cualquiera. Tanto la Arandina en un balón filtrado a Haji, cuyo remate raso lo interceptó el portero y otro acercamiento a mayores de Gonzalo, como los cántabros en varias acciones en las que Jara, además de intervenir evitando el gol, tuvo que pedir más concentración.

La Arandina atraviesa una mala racha. Un mal momento del que toca despertar, y quizá el duelo de Copa ante el Murcia sea la mejor forma de empezar un nuevo y más óptimo camino. Aún queda mucho, toca construir y hacer autocrítica para volver a la senda del triunfo. Que llegará.