¡Por fin llegó la primera!

Palencia

Tocaba ganar tras rozar la victoria en cuatro de los cinco partidos que el Zunder Palencia Baloncesto había jugado hasta ayer en la ACB. Sí, tocaba hacer historia y la historia se hizo para un equipo y una afición que se lo merecían y que lo festejaron por todo lo alto. "74-59, marcador final en Palencia. Primera victoria de Zunder Palencia en ACB. Fue ante Breogán". Así titulaba nuestro compañero Alberto Calleja en redes tras finalizar el partido y tras las entradas informando en Carrusel Deportivo. Los parciales quedaron así 12-17, 24-8, 24-20 y 14-14. (Encuentro correspondiente a la sexta jornada de la ACB disputado en el Pabellón Municipal ante unos 5.000 espectadores).

Los palentinos siguen siendo como una montaña rusa. Hacen cuartos extraordinarios frente a otros en los que parecen caerse. Ayer fue un ejemplo. En el segundo cuarto el Zunder consiguió un destacado colchón de puntos. El primero no había pintado bien y resucitó viejos fantasmas que luego se despejaron. Afortunadamente, al final el equipo reaccionó y consiguió la buscada victoria que se resistía. Una de las claves estuvo en la vuelta de Ousmane N'Diaye.

Tras el partido, el técnico morado destaca que «ganar como hemos ganado es complicado, aunque el resultado parezca que ha sido fácil» Tanner Leissner, que no jugó ningún minuto este sábado, dijo que «ha sido decisión técnica y ahora mismo pienso en lo que hemos conseguido. No sé lo que va a pasar con Tanner, pero ha estado con el equipo, apoyando desde el banquillo y preparado».

Conclusión: el entusiasmo se desató en el Pabellón Municipal. La afición sabía que el partido de ayer era un punto de inflexión. Era consciente de la importancia de la victoria. La siguiente cita será frente a un Real Madrid que de momento se muestra intratable. El domingo que viene los palentinos buscarán su segunda victoria ante un rival, obvia decirlo, muy complicado. Eso sí, habrá destacada presencia de afición palentina. De momento, saboreemos lo que ha ocurrido este sábado ante un rival directo. ¡Enhorabuena, campeones!