La Arandina se cae en su fortín

Aranda de Duero

La Arandina cedió más de 18 meses después donde nadie había sido capaz de ganar: su feudo. El buen estreno liguero de los de Álex Izquierdo en casa se vio truncado en un partido en el que las imprecisiones y la falta de contundencia en el centro del campo y defensa lastraron al equipo. Enfrente tuvieron un rival muy incómodo, que fue al límite, y que se estiró al final para hacer daño. Mucho.

Los dos equipos salieron al campo tuteándose pero sin un claro dominador sobre el césped. Fue una primera parte muy decaída, poco atractiva, y con muchos parones, porque el Villalbés fue a ralla con su planteamiento. Desarrolló un estilo poco vistoso pero muy eficaz, muy contundente y al límite (dentro de la permisividad de un árbitro que erró -y no poco- para los dos lados) que desquició a una Arandina que en contadas ocasiones pudo rematar o chutar para cambiar el marcador. La más clara fue para Gonzalo, en un remate de cabeza centrado que atrapó el guardameta, mientras los visitantes se acercaron en más momentos y tuvieron más opciones en este primer tiempo, pero sin tampoco concreción entre los tres palos. Y sin lugar a duda, lo más triste del partido fue la lesión de Dieguito, que tuvo que retirarse en ambulancia aquejado de una de sus rodillas.

Segunda parte

En la segunda parte se antojaba imprescindible saber jugar con esa situación visitante. Y sí que supo pegar un arreón inicial la Arandina con dos llegadas peligrosas ante un portero gallego muy dubitativo. Se volvió a adormecer el partido y aunque los villalbeses adelantaron su posición, dejaban siempre mucha retaguardia atrás.

Pero poco a poco fueron estirando líneas e Isaac, que entró desde el banquillo, fue diferencial. Generó muchas dudas y complicó a los blanquiazules, que quizá debieron haber realizado el último cambio antes para meter más mordiente. Sin embargo, también se dice eso de “más vale pájaro en mano que ciento volando”, y pudiendo quedarse con un punto, al final volaron los tres. El Villalbés se creció y merodeó un gol en varias ocasiones que acabó llegando en el último suspiro, hundiendo a una Arandina con mucho que trabajar, pero con capacidad y fortaleza como para salir de este mal bache. Como decía Izquierdo en la rueda de prensa posterior “la liga no se salva en septiembre”. Pero puntuar en la próxima retahíla de partidos sí será necesario.