Artesanía con origen Aranda de Duero

Aranda de Duero

Con la puerta abierta, sonrisa y siempre buen humor, Antonio recibe cada día a sus clientes. Puede que sea uno de los pocos artesanos que aún quedan en nuestro territorio, pero a leguas se nota que ama a su trabajo. Y su trabajo no solo se centra en arreglar -y vender- zapatos, porque aunque él se siga denominando zapatero, es capaz de dejar impolutos también bolsos, correas, cinturones… O de hacerlos a medida, con todo tipo de dibujos o cosidos.

Artesanía Crispín se sitúa en plena calle Carrequemada y aunque tiene cinco años de vida, Antonio lleva más de 30 de experiencia en el sector, ya que durante 17 años estuvo en otro local más pequeño en la Plaza de la Virgencilla. Decidió dar el paso de empezar de nuevo y, aunque reconoce que los inicios son difíciles, "merece la pena". Y desde luego su local cuenta con todo lo que uno precise. Porque si nos centramos en las zapatillas posee dos marcas exclusivas y de mucha calidad y comodidad con todo el servicio y la gestión correspondiente, como son Mimao -calzado de moda en general- y Pinosos -para ancho especial y pie diabético-. Además, dispone de botas camperas de Valverde de Camino, plantillas y medias plantillas de todo tipo -ya sea para trabajadores, deportistas o el día a día-, cordones de cualquier color y longitud, tintes... y ante todo, la sinceridad y el consejo de un profesional. “La diferencia la marca la sinceridad con el cliente; decirle si le merece o no la pena una reparación, por ejemplo. El criterio tiene que ser sincero, yo siempre quiero tratar a mis clientes como si me pasara a mí, como si esa fuera mío", indica.

Ampliar

Cerrar

Trabajo a medida

Aunque la artesanía cada vez se lleve menos, y a veces no se pague lo suficiente, Antonio la ejerce con mucha dedicación. Enseña con orgullo, por ejemplo, la correa que ha hecho a medida a un mastín con todo lujo de detalles para que sea cómoda tanto para el perro como para el dueño a la hora de llevarle, así como duradera. O la de un caro reloj que ha realizado con sumo detalle a gusto del cliente. También ha creado bolsos casi desde cero, cinturones, o ha cosido las lonas que cubren los remolques o asientos de coche. En definitiva, da respuesta a cualquier necesidad. Y quien prueba, repite.

Pero, ¿de dónde surgió todo? "Yo empecé fabricando calzado. Trabajé en una fábrica con 17 años, luego me inicié en la reparación de calzado. Y es verdad que ya no se trabaja como antes porque ahora tienes mejores máquinas y no tardas tanto tiempo. Antes los cosidos eran a mano, ahora en tres minutos una sandalia que se rompe -que es muy común en verano- la tienes lista en tres minutos", reconoce.

Ampliar

Cerrar

Un poco de todo

La cara visible de Artesanía Crispín atiende sobre un mostrador en el que se hallan también carteras de diversa tonalidad. Es otro de los productos que vende, como las fundas para escopetas o elementos de caza, sombreros -de paja o piel-, paraguas... y hasta alfombras de piel. Pero el trabajo de Antonio va mucho más allá, porque también realiza copia de llaves o mandos, y dispone de cajas fuertes. "El tema de llaves es muy importante, el cliente viene con necesidades y se hacen esos trabajos rápidos. Hacemos llaves normales y especiales. Y luego tenemos candados, y pequeñas y grandes cajas fuertes. Porque muchos quieren tener un lugar en el que guardar los documentos importantes o las pequeñas joyas o herencias", asevera.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Ampliar

Cerrar

Tras años de trabajo, el artífice de Artesanía Crispín confía en poder seguir alargando una ilusión en la que confió y que respondió de forma muy positiva. Y que siga siendo así.

La charla al completo puede reproducirse en el audio superior.