Los vecinos del Casco Histórico Alto de Burgos se rebelan contra la supresión de plazas de aparcamiento
Es la principal preocupación que trasladarán al alcalde De la Rosa en una reunión este miércoles 15 de marzo en la Casa de la Mujer
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Hablamos de distritos: zona Tahonas-Subida San Miguel
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Burgos
El proyecto de reurbanización afecta al entorno de la Subida San Miguel, la calle Tahonas, San Francisco, Corazas, Consulado, Trinidad, hasta el Camino del Gallego. La intención es generar una plataforma única, es decir, las aceras a la misma altura que la calzada, en lo que los técnicos llaman 'vial de coexistencia'.
Se renovará redes de suministros, el alumbrado, el mobiliario urbano envejecido, para dar una imagen más amable para vecinos y turistas, que también se acercan por este lado oriental del Casco Histórico Alto.
La inversión se ha cifrado en 2,6 millones y se mantendrá el tráfico rodado tal como está ahora, aunque se prevé eliminar alrededor de 60 plazas de aparcamiento, y esto es lo que ha hechos saltar a los vecinos de la zona.
Están enfadados y asustados ante la posibilidad de que, en una zona ya deficitaria de aparcamiento, a donde suben vehículos porque no hay zona azul, se vayan a suprimir más espacios por esa filosofía de menos coches y más peatón.
Como dice Ana, que regenta un comercio de alimentación, ''una casa puede ser muy bonita, pero necesita cajones'', y los residentes tienen necesidad de poder aparcar en su barrio, ya que no hay garajes ni locales disponibles para el alquiler de plazas, y pagan como todo el mundo sus tributos. Plantea una zona acotada para residentes o un parking disuasorio como en Gamonal.
Piden al alcalde que resuelva los problemas, que no genere complicaciones nuevas. El comercio y la hostelería temen perder clientela, como nos han contado Marimar o José, que también están en desacuerdo con este aspecto de la urbanización que, por cierto, conocieron por los medios de comunicación.
Creen que se les podía haber informado a través de la Junta de Distrito directamente y no a posteriori, cuando ya los ánimos se han calentado y llegarán a la reunión con el alcalde con la exigencia que se corrija el proyecto.