El Reina Sofía de Salamanca, en observación
El Ayuntamiento y los clubes han revisado este miércoles la situación del estadio y del anexo
Miembros del Ayuntamiento de Salamanca visitan las instalaciones del Reina Sofía, junto a miembros de Unionistas de Salamanca y del Monterrey
Salamanca
No han sido pocas las palabras que se han pronunciado en SER Deportivos Salamanca, y las que se han escrito en los medios de comunicación sobre las eternas obras de construcción del estadio Reina Sofía de Salamanca, en el barrio de San José de la capital charra. El viejo campo de tierra en el que el Real Salamanca Monterrey ha disputado sus partidos (no siempre) ha dado paso a un estadio municipal con césped natural (pagado por Unionistas de Salamanca) con cuatro gradas y diferentes estructuras creadas por el club blanquinegro para poder hacer frente a las demandas que plantea la Primera Federación de fútbol y también las exigencias propias que necesita un club de la división de bronce del fútbol español en su día a día.
Las obras han ido a cuentagotas durante los últimos meses, y ni siquiera han finalizado en su conjunto. El campo anexo al Reina Sofía comenzará al final de la presente campaña, a partir del mes de mayo, a reconvertirse en lo que desde el principio se pidió que fuera: un campo de fútbol 11 con las medidas reglamentarias para que tanto categorías inferiores como los primeros equipos, fundamentalmente el de Unionistas de Salamanca, pudieran entrenar en el césped artificial pero con las mismas dimensiones que las de un campo de juego habitual. Durante varios meses se producirá la conversión de ese anexo, que dejará de ser un doble campo de fútbol 7. Paralelamente a esto, el estadio Reina Sofía aún mantiene varios problemas.
El primero y fundamental es el acceso al recinto. En la actualidad es único para todo el campo, lo que da lugar a que se mezclen aficionados de Unionistas de Salamanca y de los equipos visitantes, algo que no casa con lo que ocurre en la práctica totalidad de los estadios del entorno de Salamanca. Cada zona tiene su propio acceso, para evitar que la afición se mezcle libremente. Pero la falta de infraestructuras en el estadio continúa, pese a que el club blanquinegro, a través de sus patrocinadores, ha intentado paliar ese déficit con la instalación por su cuenta de tres estructuras que hacen las veces de sala de prensa, oficina, almacén, bares y servicios.
Otro de los problemas durante los últimos meses ha sido la falta de urinarios para que los aficionados, especialmente los de la grada oeste o de animación, y de la tribuna principal, pudieran dirigirse a ellos en lugar de cruzar el estadio Reina Sofía de extremo a extremo libremente, lo que implica, por ejemplo, pasar por la grada este, en la que habitualmente se ubican los aficionados de los equipos visitantes. Ahora, y tras varios retrasos, el Ayuntamiento de Salamanca sí ha conseguido realizar las conexiones oportunas a la red de saneamiento para que los servicios de esos bares se puedan usar.
Sin embargo, aún siguen existiendo algunas deficiencias que, especialmente desde Unionistas de Salamanca, consideran que deben ser subsanadas. En las últimas semanas el club blanquinegro elaboró y envió un informe al Consistorio salmantino (puesto que se trata de un campo municipal) para que el Ayuntamiento tome nota y revise y mejore algunos problemas existentes en el día a día de las instalaciones que padecen Unionistas, el Real Salamanca Monterrey y cualquier aficionado que quiera ver fútbol en un estadio que requiere de una franca mejoría.