Cáritas retoma la gestión de la Residencia de Personas Mayores de El Sotillo
La decisión fue adoptada por el Consejo Diocesano de la entidad a finales del pasado año, con el objetivo de mantener y mejorar la oferta de servicios que se presta a los residentes
Residencia de Cáritas en El Sotillo / Google Maps
Segovia
Cáritas Diocesana de Segovia vuelve a hacerse cargo de la gestión integral de la Residencia de Personas Mayores de El Sotillo (La Lastrilla), tras finalizar la relación contractual que mantenía con la Fundación Aliados.
La decisión fue adoptada por el Consejo Diocesano de la entidad a finales del pasado año, con el objetivo de mantener y mejorar la oferta de servicios que se presta a los residentes, así como la calidad en la atención a las personas mayores con el equipo de profesionales con los que actualmente cuenta el centro.
De este modo, la residencia inicia una nueva etapa en la que mantendrá la actual estructura organizativa, y estudiará la posibilidad de incorporar cambios siempre orientados no sólo a garantizar la mejor atención a las personas mayores, sino también a mejorar cualquier aspecto susceptible de incrementar la oferta de servicios o las infraestructuras asistenciales de las que dispone el centro. Actualmente, la Residencia de El Sotillo dispone de una plantilla de 55 trabajadores que prestan atención a 93 residentes, y cuenta con solicitudes de nuevos ingresos para incrementar el número de residentes.
La capacidad total del centro es de 108 plazas de las que 12 están concertadas con la Junta de Castilla y León. Las residencias de Cáritas de Segovia –El Sotillo, El Alamillo (Cuéllar) y Sepúlveda- tienen como objetivo principal ofrecer una atención integral centrada en la persona, atendiendo a sus valores, identidad, biografía y expectativas, potenciando todos los aspectos que configuran la vida de los mayores y buscando una integración plena en la vida residencial. Se proporciona el cuidado necesario para mejorar su calidad de vida, acompañando y promocionando su autonomía personal, estimulando su salud mental, física, afectiva y espiritual.
Para ello, cuentan con un gran equipo de profesionales especialmente dedicados a potenciar una intervención individualizada centrada en cada persona, buscando siempre que sea posible, autonomía y participación, incidiendo en las relaciones con la familia y/o con otras personas de referencia, potenciando la animación y motivando la participación en actividades que les permita sentirse parte activa de la realidad en que viven.
