Comprar en el comercio palentino

Palencia

Recorrer nuestra calle Mayor el pasado viernes y ver a cientos de personas en ella fue una sorpresa muy agradable. Personas que trataban de aprovechar los descuentos ofrecidos en los diversos locales de cara fundamentalmente a adelgazar nuestros gastos de forma general y de cara a los regalos navideños de forma particular. Y la ciudad estaba bonita porque el trasiego de la gente, las calles ruidosas , el ir y venir, la vida, las hace bonitas máxime cuando las temperaturas invitan, en muchos casos, a quedarse al calor del hogar.

No me gusta que me marquen cuándo o dónde debo comprar. No soy muy fan de esas celebraciones de “días de”… que promueven el consumo casi “por decreto” y en muchas ocasiones provocan el consumo poco responsable. Y creo que es evidente que vivimos tiempos en los que el consumo debe ser más responsable que nunca por bien de nuestro planeta y por bien de nuestros bolsillos. Pero también entiendo que en momentos como el actual donde el “miedo” atenaza la economía, es preciso mover el dinero, no dejarlo apalancado dando de comer a los bancos que ya comen demasiado bien a nuestra costa.

Soy de esas personas a las que les gustan más los “regalos sorpresa” pero, como todas y todos, me dejo contagiar y, por supuesto, me dejo llevar, con un cierto control eso sí, en estas fechas que tenemos tan próximas.

Sé que el consejo de “comprar en Palencia” es un mensaje recurrente pero también sé que los mensajes solo calan en las personas por repetición y que como los seres humanos, por definición, tenemos una “memoria volátil” reiterar las cosas nunca viene mal.

Por tanto quiero traer hoy a la memoria de todas y todos la gruesa cuenta bancaria de la que disfruta el señor Jeff Bezos, a la sazón creador del todopoderoso AMAZON. Enriquecerle un poco más es una opción, claro que sí, pero desde luego no la mejor opción a mi juicio.

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La mejor idea, por pura supervivencia, es dejar el dinero aquí, en nuestra ciudad. Dejarlo entre quienes pagan impuestos aquí, entre quienes cada día levantan la verja de sus comercios, cosa que no es sencilla.

Lo digo por propia experiencia. Tengo una pequeña empresa por la que lucho, con la que sueño y que, les puedo asegurar, no es sencillo mantener. Diría que llegar a final de mes, realizar todos los pagos y vivir no es fácil pero es un reto que asumo con alegría, sí, con alegría y desde la consciencia de que, a pesar de todo, vivir en Palencia me aporta una calidad que no tendría en muchos otros lugares.

Decidí quedarme y hacerlo con todas las consecuencias porque sólo apostando por Palencia seremos capaces de que tenga un futuro.

Y a pesar de que pienso que hay muchas cosas que cambiar en esta ciudad, de la que en ocasiones reniego, a pesar de que creo que deberíamos ser más ambiciosos, creer más en nuestras potencialidades y venderlas como tal, me gusta vivir aquí. Adoro la seguridad que me ofrece, el poder caminarla y olvidarme del coche, el aceptar un café con alguien en cualquier momento porque solo tardo 10 minutos en llegar al punto de cita, me encanta cruzarme cada día con gente a la que conozco y compartir un rato de charla.

Comprar aquí es contribuir a que Palencia siga adelante. Mi voz es pequeña pero si hoy consigo evitar que alguien le dé al botón para comprar en internet, eso que tiene a la vuelta de su casa, misión cumplida.