La limitación a 30 por hora ayuda a combatir la siniestralidad en Aranda
Tras los dos fallecidos que hubo que lamentar en la capital ribereña en 2019 se acumulan dos años consecutivos sin víctimas mortales
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El radar de la Policía Local, situado en la calle San Francisco, en un reportaje realizado por la SER / Radio Aranda
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Aranda de Duero
La limitación a 30 por hora en las calles de un solo carril por sentido, que entró en vigor en mayo de 2021, ha sido una de las claves del descenso de la siniestralidad que se ha registrado en las vías urbanas de Castilla y León. El pasado año se contabilizaron en los cascos urbanos de la Comunidad un total de 1.487 accidentes y 25 fallecidos, cinco menos que en 2019 (-16,6 por ciento). Además, los heridos no hospitalizados cayeron un 12,5 por ciento, hasta los 1.598, aunque hubo un ligero incremento de los heridos que acabaron en los hospitales, al pasar de 173 a 183, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) a los que ha tenido acceso Ical.
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En lo referente a Aranda de Duero se acumulan por fortuna dos años consecutivos (2020 y 2021) sin tener que lamentar accidentes con víctimas mortales en lo que se refiere al casco urbano, algo que lamentablemente sí se dio y por partida doble en 2019, con dos fallecidos en las vías locales de un total de103 accidentes. También cabe recordar que aunque no se contaran decesos en 2020, los accidentes se triplicaron respecto al anterior año, ya que hubo 328 siniestros con 6 heridos graves y 41 leves. 13 de ellos fueron atropellos con una docena de peatones.
Los cambios de velocidad máxima permitida en áreas urbanas tuvieron efecto desde el 11 de mayo de 2021. En aquel mes, el concejal de seguridad ciudadana, Fernando Chico, explicaba que la velocidad se reducía a 30 kilómetros por hora "en todos los viales que tengan un único carril por sentido, que es la mayoría", mientras se mantenía a 50 kilómetros por hora "la Avenida Luis Mateos y calles de Prado Marina". El otro cambio en materia de velocidad tenía lugar en las plataformas únicas, es decir, aquellas calzadas que están al nivel de la acera, donde la velocidad máxima es de 20 kilómetros por hora. En el caso de la capital ribereña solo se refiere a la calle Isilla y Plaza Mayor, donde el acceso solo está permitido para residentes y/o carga o descarga.