Cada año menos, más viejos y más solos
La Firma de Javier Gómez Caloca
Cada año menos, más viejos y más solos
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Palencia
Buenos días, cada vez que el Instituto Nacional de Estadística publica un estudio demográfico nuestra provincia aparece en el furgón de cola.
El último, las Proyecciones de Población y de Hogares para los próximos 15 años. Puede parecer mucho, pero es posible que para entonces todavía no tengamos Hospital nuevo.
Carriedo, ese consejero palentino que vive en Valladolid, para quitar importancia al desastre, dice que, bueno, que ya se verá si se cumple el pronóstico. Estimado Consejero una proyección no es ni un pronóstico, eso queda para la quiniela de fútbol, ni una apuesta. Una segura sería apostar a que usted va a seguir en el Gobierno regional o en las Cortes, hasta la jubilación y más allá.
Las proyecciones de población muestran la evolución que ésta seguiría en el caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales de natalidad, mortalidad y migraciones y se vienen cumpliendo año a año.
En los próximos años simplemente se consolidarán tendencias ya presentes desde el inicio de siglo y aceleradas en los últimos cinco años. Por cada nacimiento va a haber 2,7 fallecimientos. Por el país se van a ir, sobre todo menores de 40 años, más de los que vengan. La inmigración extranjera seguirá siendo el único aporte poblacional neto a una provincia que recibirá casi dos extranjeros por cada palentino que emigre. Más que para levantar muros y vallas, estamos para tender puentes. En ello nos va no solo el futuro demográfico sino el reemplazo laboral inmediato.
Seremos menos, pero también más viejos y más solos. Nuestra edad media superará los 52 años y el 36 por ciento tendrá más de 65 años.
Siete de cada diez hogares no superarán los dos miembros y, lo que es terrible, en el 37 por ciento de las casas solo habitará una persona. Sin duda un reto para las políticas públicas de atención a los mayores.
No es tiempo de soluciones natalistas del pasado. Ni el cinturón de castidad, que solo el hombre de la casa pueda abrir para procrear, como plantea el Vicepresidente de la Junta, Juan el Poblador ni, tampoco, que la Dipu y los Ayuntamientos den unos cientos de euros por tener hijos porque los datos de los últimos años ya nos muestran que no sirve. Es una medida de “suma cero”, se tienen los hijos que se pensaba tener, ni uno más. Aunque lave conciencias, es tirar el dinero público.
Ni, mucho menos, como empieza a suceder, culpabilizar a las mujeres que, en el ejercicio de su libertad y haciendo uso de los derechos que tanto les está costando conseguir y mantener, deciden no ser madres. Tienen derecho a su emancipación y no se las puede culpabilizar por escoger su destino.
La Encuesta de Fecundidad da las claves en la decisión de tener hijos: la conciliación de la vida laboral y familiar, el nivel salarial y el acceso a una vivienda digna y asequible. Los países nórdicos, a la cabeza de la natalidad en Europa, lo están por sus políticas públicas en estos campos y, sobre todo, porque la igualdad efectiva entre mujeres y hombres nunca se cuestiona, en ningún ámbito.
Pues que cada Gobierno, cada Administración se ponga a ello y pronto o que el último cierre la puerta. Hasta ahora para el Gobierno regional el círculo vicioso del envejecimiento y la emigración de los jóvenes ha sido el círculo virtuoso de consolidación de su hegemonía política. No digo que haya sido algo buscado, ¡pero les sienta tan bien!