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Centro histórico

Arte urbano para un rincón degradado del Burgos medieval

La Asociación de vecinos celebra la recuperación del Callejón de las Brujas pero sigue reclamando más atención municipal a los problemas de la zona

Fragmento del mural de la calle Embajadores con la Catedral al fondo / Radio Castilla

Fragmento del mural de la calle Embajadores con la Catedral al fondo

Burgos

Un mural de 70 metros cuadrados a lo largo de la calle Embajadores recreará la convivencia de las Tres Culturas (cristiana, árabe y judía) en este rincón medieval tan céntrico y necesitado de adecentamiento.

El conocido como 'Callejón de las Brujas' se verá embellecido por el arte urbano de Christian de AC Muralismo, con escenas de judíos, musulmanes y cristianos, que compartían espacio junto a la Catedral y la iglesia de Santa Águeda, hasta el siglo 15.

La concejala Lola Ovejero, presidenta del Distrito Centro-Norte, ha atendido la demanda de la Asociación de vecinos del Casco Histórico Alto de sanear esta calle, tapiada desde hace casi dos décadas, añadiendo iluminación a lo que era un paso tenebroso.

El mural estará terminado en dos semanas y hará más amable el tránsito de turistas y vecinos por este lugar emblemático del centro histórico de Burgos.

Boceto al completo del mural de la calle Embajadores

Boceto al completo del mural de la calle Embajadores / AC Muralismo

Boceto al completo del mural de la calle Embajadores

Boceto al completo del mural de la calle Embajadores / AC Muralismo

La Asociación de vecinos Casco Histórico Alto lamenta que la excesiva burocracia eterniza la solución a los problemas que aquejan a la zona medieval de la ciudad, donde se concentra, además, la mayoría de turistas.

El portavoz vecinal, Francisco Bárcena, recuerda que es una zona singular que requiere un tratamiento específico y, sin embargo, persisten las carencias de siempre. Para conseguir que sea realidad un sencillo proyecto como el mural de la calle Embajadores, lo han estado pidiendo más de 5 años.

Francisco Bárcena explica que más del 95% de las averías en el equipamiento urbano de la zona están provocadas por episodios de vandalismo. Ejemplos reiterados son falta de funcionamiento de la escalera mecánica o el ascensor, averiado hace un mes. Relata que el último arreglo del ascensor costó 4.000 euros, después de que alguien vertiera calimocho en la botonadura del elevador. El fenómeno del botellón tampoco se termina de atajar.

La concejala del Distrito Centro-Norte, Lola Ovejero, reconoce que las soluciones llegan despacio y confirma que los fondos destinados a reparar los actos vandálicos se han agotado ya este año.

El vandalismo y mayor seguridad, pero también la limpieza viaria o la necesidad de aparcamientos, para residentes y turistas, siguen siendo un reto para los vecinos en una de las zonas nobles del centro de Burgos, que rodea a nuestro primer monumento.

 
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