Tirar y tirar y tirar
La Firma de Eva Calleja

"Tirar y tirar y tirar", la Firma de Eva Calleja
03:06
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Palencia
Sabía, por supuesto, que se tira mucha comida en buen estado cada día, pero cuando a ese “saber” se le ponen cifras, el tema toma otra dimensión y creo que es imprescindible detenerse en él.
Las cifras que nos han ofrecido reflejan que los españoles tiramos a la basura cada año 1.200 millones de kilos de comida y bebida en buen estado. Denle una vuelta a la cifra: 1.200 millones de kilos al año, es decir, más de 3 millones de kilos cada día. Suena a barbaridad o ¿solo me lo parece a mi?.
Lectura inmediata: calibremos las consecuencias que esto tiene a nivel social, a nivel económico y también, inevitablemente, a nivel medioambiental.
Tirar cada día tan ingente cantidad de comida en perfectas condiciones dibuja un retrato de nuestra sociedad que difícilmente pasaría la auditoría del sentido común.
En el momento actual se trabaja en una ley para tratar de regular un tema que desde luego no es baladí. Se pretende que el texto entre en vigor el próximo año 2023 y reunirá medidas diversas: desde la obligación para los restaurantes de dar recipientes para llevar a casa lo que no comamos (cosa que, por cierto, ya han puesto en marcha muchos de ellos y que aplaudo y practico) hasta que las grandes superficies pongan en estanterías separadas y a precios rebajados productos a punto de caducar. Y junto a ellas una serie de herramientas para que la comida que sobra no se convierta en desperdicio. Los detalles están aún por ver pero, a priori, parece una idea necesaria y que puede ser positiva. Aunque en esto, como en tantas cosas, ya saben que el papel lo aguanta todo y lo que realmente se haga finalmente, puede quedarse más en intención que en acción real.
La ley no servirá de nada si a ella no le acompaños una campaña que atienda a la educación porque al final la educación sí es esa herramienta mágica que puede cambiar la realidad, por encima de cualquier ley.
Es tan sencillo como volver a la cultura de las abuelas, de las madres… y su lema de “aquí no se tira nada”. Con el pollo sobrante… croquetas… con la carne sobrante… ropa vieja… congelar lo sobrante para aprovecharlo… unido a dejarnos guiar en la compra, más por la cabeza que por los impulsos. Llevar a casa pequeñas cantidades de los alimentos perecederos para que no se echen a perder… elegir alimentos con una fecha de caducidad más cercana… es decir, contribuir con nuestro día a día a que este despropósito del tirar y tirar y tirar sea un poquito menos.
Y abrir los ojos, bien abiertos y mirar al mundo donde tanta gente pelea cada día por sobrevivir y por llevar comida a su mesa. Somos pequeños y parece que nuestra aportación puede resultar casi insignificante pero no lo es. Cada gesto es importante, cada gesto cuenta.
Y hoy no puedo acabar sin decir adiós a un grande del periodismo que ayer nos dejaba: Jesús Quintero, “el loco de la colina”. Estoy segura de que allá donde esté seguirá disfrutando de su pasión después de tantos años de hacernos disfrutar de su peculiar forma de concebir el “contar historias”.