Un concierto con Espíritu
Natalia Lacunza despide la primera jornada de la V Fiesta de la Vendimia con una autenticidad y sensibilidad única
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Aranda de Duero
Tras una tarde-noche de mucho maridaje con un gran ambiente en la Plaza Mayor, la V Fiesta de la Vendimia aún guardaba una grata sorpresa para el final de la primera jornada. Natalia Lacunza hacía acto de presencia sobre el escenario con una autenticidad arrolladora y un estilo propio que se disfruta en cada canción, más allá de unas letras cargadas de vivencias y sentimiento.
Natalia expresó con su música sentimientos que alberga ese interior de muchas personas y que ella muestra con sensibilidad de mostrar. Expuso emoción tras emoción en un concierto muy íntimo que acarició a quienes pudieron disfrutarlo.
Natalia es sobre todo autenticidad, observa con detenimiento lo que acontece a su alrededor y con un enorme talento lo transforma en música. Tiene un Espíritu que bien se asemeja al que se vive en la Ribera. Repasa algunos de los episodios de su vida, pero también disfruta y se suelta sobre el escenario con el paso de los minutos, arropada por una banda que comparte su lucha, su visión.
Con una búsqueda del amor auténtico reconocido por la navarra en la actuación, Lacunza demostró que hay otro gran amor en el que corresponde y es correspondida: la música.