A la cola... una vez más

Palencia

Hoy es martes 20 de septiembre de 2022. Y ha llovido, escampado y vuelto a llover y llover y llover… desde que a nuestra ciudad se le prometiera la instalación, justa y muy necesaria, de una unidad de radioterapia para que las personas con cáncer de nuestra provincia, que necesitan este tratamiento, no tengan que seguir desplazándose hasta Valladolid o Burgos para poder hacerlo.

Hoy es martes 20 de septiembre de 2022. Y ha llovido, escampado y vuelto a llover y llover y llover…desde que a nuestra ciudad se le prometiera la instalación, justa y muy necesaria, de una unidad de radioterapia para que las personas con cáncer de nuestra provincia, que necesitan este tratamiento, no tengan que seguir desplazándose hasta Valladolid o Burgos para poder hacerlo.

Si acudiéramos a la hemeroteca, ese sitio estupendo en el que las promesas y los compromisos políticos quedan guardados y datados, nos echaríamos las manos a la cabeza al comprobar cómo no son meses, son años de espera, de buenas palabras, de inicios cercanos que siempre se alejan y se alejan.

Estamos a la cola. Triste, desafortunadamente a la cola y creo que se agotan, de un lado las excusas, y de otro la paciencia. Pese a las buenas palabras de todas las administraciones implicadas Palencia será, al paso que vamos, no sólo la última de nuestra Comunidad de Castilla y León sino de toda España, que se dice pronto, en contar con esta dotación sanitaria.

Yo no sé a ustedes pero a mi me hierve la sangre. Y es que además es un suma y sigue si pensamos en la marcha, diría mejor “no marcha” de las obras del nuevo hospital. Llevo ejerciendo como periodista hace más de 30 años y llevo buena parte de ese tiempo contando en diferentes medios y ocupaciones noticias sobre el nuevo hospital, un hospital que sigue sin existir, que sigue siendo un hospital fantasma. Y yo no sé a ustedes pero a mi me hierve la sangre.

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Y es alucinante lo rápido que se resuelven algunas cosas cuando se quiere. Lo rápido que se levantan estructuras cuando se quiere y como se puedan agilizar los trámites cuando interesa.

Y entonces me pregunto ¿será que no interesamos?.

Y sea cual sea la respuesta yo no sé a ustedes pero a mi me hierve la sangre.

Las administraciones correspondientes deben ponerse las pilas pero tal vez nosotras y nosotros debemos ser más combativos y alzar la voz cada día hasta que , aunque solo por aburrimiento, nos hagan caso.

No podemos estar a la cola. En ningún asunto pero desde luego mucho menos en uno tan trascendental como es la salud.

Y mientras tanto miro al calendario y veo como el verano toca a su fin y saludaremos en breve al otoño, concretamente el 23 de septiembre a las 03.04 horas de la madrugada. Pienso en el otoño y en que las horas de luz se irán reduciendo y eso me llena de una extraña melancolía. Me pasa cada año. Me gustan la luz y el sol y se me hace cuesta arriba pensar en que el invierno se acerca. Un invierno que promete no ser fácil. Iremos encarándolo día a día. No me da la energía para más.