Se acabaron las fiestas y empieza el nuevo curso

Palencia

Se acabaron las fiestas locales. San Antolín vuelve a recogerse hasta el próximo año. El bullicio multitudinario que poblaba la ciudad se esfuma como por arte de magia. Cada mochuelo a su olivo y otra vez nuestra Palencia desierta, no volverá a despertar hasta las compras navideñas.

En la rutina anual, ahora, se habla de la vuelta al cole, al trabajo, al gimnasio y a las ocupaciones planificadas para pasar el próximo otoño, que según los expertos se avecina cálido y seco. Lo de seco da mucho miedo.

En estos últimos años hay demasiadas cosas que dan mucho miedo: una pandemia, una guerra europea, la carestía disparada, el empobrecimiento de muchos y el enriquecimiento de unos pocos, la ruina de la sanidad pública, etc.

En la política nacional el ruido de fondo no ha parado ni bajo el sol más abrasador. Y aprovechando que cuando el río pasa por la puerta se riega la huerta, el moderado Feijóo, que dice que Sánchez cambia cheques por votos, simultáneamente, pide que el gobierno otorgue un cheque por alumno y millones de euros para libros de texto, cuando él en Galicia eliminó su gratuidad. La maldita hemeroteca suple la mala memoria de los electores.

Pero, mañana es un día grande para el PP. Sánchez va a debatir con Feijóo en el Senado sobre las medidas energéticas. A estas horas estarán ambos reunidos con sus asesores chamuscándose los hocicos para preparar el torneo. Esto es solo el principio de curso. Los sindicatos han anunciado un otoño caliente si la patronal no se aviene a razones con una subida decente de los salarios de los trabajadores, no de los CEOS y consejeros de las empresas que ya se apandan retribuciones de escándalo.

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Nos espera ambiente sí, porque además en mayo próximo habrá elecciones locales, y los partidos y formaciones que tienen aspiraciones estarán con las miras puestas en esa fecha. Sobre esto habrá mucho que decir, lo haremos.