Una bandera caída
Aarón Piñán se apea del centenario atraído por el un club recién llegado a la 1RFEF. La Cultural se resignó.
Aarón, tras marcar un gol con la Cultural / CYD Leonesa
León
A unas horas del partido que alzará el telón a las celebraciones, el centenario de la Cultural pierde una de sus banderas. Así convirtió el club a Aarón Piñán durante los últimos meses en los que se avistaba una ruptura. De poco valieron los mensajes públicos y los esfuerzos privados. Hace tiempo que el "7", el icono reciente al que se agarraba la sufrida hinchada, había decidido su futuro sin un destino claro, pero lejos de la Cultural, el club que hace dos años le dejó en la estacada a última hora. Coruxo le hizo ver otra realidad. Hoy se dio la vuelta a la tortilla. Aarón se va sin un motivo aparente, aunque no es poco el deseo de felicidad, la que no encontró en su casa.
Le disfrutará las tres próximas temporadas la escasa afición del Intercity, un monstruo sin cimientos que ha arrasado en el mercado a golpe de talonario. Aarón ha preferido un proyecto de la misma división con una corta historia y muchos millones a las espaldas antes que ser el "capitán" del equipo de su ciudad en un año para la historia. Lo tenía todo en su mano para liderar el nuevo plan, pero es de ideas fijas. Rechazó por activa y por pasiva las propuestas de renovación del club para ser uno de los jugadores, sino el que más, mejor pagados por un anhelo irrefrenable. No será, aún, en el fútbol profesional ni en el extranjero, opciones contempladas en este camino entre sombras.
La pretemporada no hizo más que confirmar que Aarón no estaba por la labor de dar marcha atrás. Con la mente en otro lugar, incluso sus compañeros le aconsejaron un cambio de actitud en los primeros entrenamientos. La consecuencia fue la pérdida de protagonismo a los ojos de Eduardo Docampo, que le relegó al banquillo en los tres partidos oficiales disputados hasta la fecha. Hace una semana, a su paso por Radio León, el técnico dejaba una puerta abierta: "ahora mismo no está al nivel de la temporada pasada. Vamos a pensar que es sincero y creo que quiere hacer una buena temporada". Su aparición como revulsivo en la jornada liguera inaugural confirmó que Aarón no es uno más.
No será a sus órdenes debido a una de las decisiones más controvertidas que se recuerdan por estos lares y que redunda en la dictadura del futbolista. Se fue Aarón y desde esta tarde el futuro es menos claro para el club y para el jugador, una bandera caída.
