Completada la excavación del templo del Cerro de la Mesa en Navarrevisca

Ávila

Los aproximadamente 440 metros cuadrados que ocupaba uno de los templos del Cerro de la Mesa, un paraje ubicado a 1700 metros de altura ubicado en Navarrevisca, han quedado al descubierto tras la campaña de excavación llevada a cabo este verano y que ha sido financiada por la Diputación Provincial de Ávila. El pasado viernes se presentaron los resultados en un acto celebrado en esta localidad de nuestra provincia en el que el presidente de esta institución, Carlos García, anunciaba que habrá al menos otra campaña de excavación.

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Los trabajos de este verano han permitido definir las dos fases de construcción del templo. Un primer edifico hispano-visigodo del siglo VII que fue utilizado como panteón funerario para los personajes de la aristocracia de la comarca. La zona fue abandonada para ser de nuevo recuperada el los siglos XI y XII con la llegada de repobladores tras el dominio musulmán de la península. Esta nueva población amplió el edificio además de abandonar la función funeraria que tuvo en sus inicios. Según las fuentes consultadas por los arqueólogos, en 1357 el templo todavía estaba en pie y en las excavaciones se han encontrado monedas del siglo XVI. Allí estaría también la ermita de San Pedro cuyos restos son visibles hoy y además, pudo existir un tercer edifico en la zona más elevada del paraje según esa documentación consultada que data de mediados del siglo XIV. De momento, los restos encontrados no han podido confirmar la existencia de esta tercera ermita.

Una concentración de edificios religiosos que habla de la vinculación que ese paraje ha tenido con la divinidad para el ser humano. En este sentido, los arqueólogos están investigando la posible presencia de una 'piedra sacra' en ese entorno, piedra a la que ya los hombres prehistóricos dieron una significación religiosa dentro de la visión animista que tenían y en la que interpretaban los elementos naturales (como un río o una piedra) y los fenómenos meteorológicos (tormentas o lluvias) como muestras de un poder superior.

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Para la siguiente campaña, el trabajo se centrará en ampliar la excavación: "En superficie se vislumbran cimentaciones de muro que se adosan el templo intervenido que están a los pies del edificio y avanzan en dirección occidental, hacia el norte. Comprobaremos que potencialidad tienen esos restos arqueológicos e intentaremos interpretarlos" dice el arqueólogo Blas Cabrera uno de los profesionales que ha trabajado en los restos. Se muestra prudente respecto a su posible explicación: "Podrían ser restos asociados a ese templo panteón hispano-visigodo, o la posterior fase pleno medieval, o simples estructuras domésticas posteriores que se fueron añadiendo al templo. Pero solamente con la excavación arqueológica se puede comprobar su estado de conservación, si hay una secuencia estratigráfica que permita datarlos y materiales que puedan ayudarnos a conocer de lo que se trata"

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Además del trabajo de campo que ya ha finalizado esta temporada, la labor sigue con el análisis en laboratorio de los materiales encontrados. "Se están realizando análisis de cerámica, de vidrio, análisis polínicos para conocer las características del paisaje de aquella época. También se está llevando a cabo un estudio arqueo-astronómico para determinar la orientación de los templos y, a partir de ahí, conocer su advocación. Hemos hecho también una reconstrucción en 3D de esta fase constructivas de los templos" concluye Blas Cabrera.

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