El incendio del núcleo de Becerril, perteneciente a Riaza, que se desataba en la tarde del sábado, finalmente ha arrasado mucho más terreno del que se estimaba en un principio. Según el parte de la Junta de las 7 de la tarde del domingo, en total han ardido 127,30 hectáreas de arbolado (Quercus Pyrenaica -roble y encina-), 7,35 ha de matorral, 5 ha de pasto y 7,35 de terreno agrícola. Ayer por la tarde bajaba a nivel 0 y se daba por controlado. El sábado cuando comenzó llegó a alcanzar el nivel 2, y es que las rachas de viento en la zona llegaban a alcanzar los 70 km/h que dificultaban el vuelo de los helicópteros y propagaban el fuego a gran velocidad. En aquellas horas, el principal temor era que alcanzara el núcleo de Villacorta, también perteneciente a Riaza. Es una zona que, en verano, ve incrementada su población y había mucha gente en esos momentos. Finalmente, se pudo evitar que llegara a ningún núcleo habitado. No llegó tampoco a la sierra, que habría supuesto un desastre medioambiental mayor, si bien la superficie de arbolado quemada ha sido mayor, como decimos, de la que se estimaba en un principio, cuando se hablaba de un máximo de 40 hectáreas en total. En el parte de primera hora de hoy lunes, 15 agosto, la Junta no establecía ya datos y lo declaraba «en perimetración» ya que, al parecer, en el interior de la superfie establecida en un principio quedan áreas sin quemar. La Junta de Castilla y León, en su último parte, señala que el origen fue, como adelantamos aquí ayer accidental (líneas eléctricas). En concreto, según explicó a la SER el alcalde de Riaza, Benjamín Cerezo, una avería en la red eléctrica que estaba dejando sin suministro intermitente en los pueblos de la zona obligó a efectuar una reparación en las líneas de alta tensión. Esos trabajos provocaron, al parecer, el inicio del fuego.