El operativo de seguridad de Sonorama Ribera estará especialmente vigilante con la sumisión química
La alcaldesa recomienda que pidan ayuda con la máxima rapidez aquellas mujeres que crean haber sido víctimas de un ‘pinchazo’
Aranda de Duero
La prevención de episodios de sumisión química es el principal factor novedoso a tener en cuenta en el operativo para garantizar la normalidad en el festival Sonorama Ribera. Los cuerpos de seguridad estarán también especialmente alertas en el entorno del recinto de acampada extremando las precauciones para evitar posibles incendios, dada la situación de sequía y las altas temperaturas que parece que van a continuar también la semana que viene.
La Junta de Seguridad Local se reunía esta mañana en el salón de plenos con los representantes de la Policía Nacional, Local, Guardia Civil, Bomberos, hospital Santos Reyes, Cruz Roja y Protección Civil para coordinar las medidas en aras de tener un festival sin incidencias negativas. La alcaldesa comentaba al término de este encuentro que habrá especial cuidado este año con el tema más en boga estos días en los medios de comunicación, como es el de la administración de sustancias químicas a una persona sin su consentimiento con fines delictivos. “Es una gran preocupación la que tenemos en este momento con este tema y a lo largo del Sonorama cualquier persona que piense haber sido objeto de un pinchazo le rogamos que solicite ayuda inmediatamente, porque allí habrá un hospital de campaña y un montón de medios y, además de la precaución, creemos que es necesaria la urgencia a la hora de actuar cuando se piense que se ha sido objeto de un pinchazo”, comenta Raquel González.
Los cuerpos de seguridad del Estado disponen ya de un protocolo relacionado con este fenómeno, que ha adquirido en los últimos tiempos especial relevancia social y como en otras muchas cosas, es fundamental actuar con urgencia en caso de que tener indicios de haber sido víctima de un episodio de este tipo.
En esta edición del festival no están previstos conciertos en las plazas del Rollo, Arco Pajarito, ni en el barrio de Santa Catalina, aunque la Plaza del Trigo volverá a ser el centro neurálgico en lo que se refiere al centro de la villa. Como en 2019, habrá cuatro vías de salida pero sólo dos de entrada: por calle Isilla y Josefina Arias de Miranda, aunque los cortes se realizarán a partir de las dos de la tarde para no perjudicar a los comercios.
La Policía Nacional reforzará su dispositivo con varias unidades, una de ellas, como novedad, de agentes a caballo. “Va a haber refuerzos de Burgos capital, una unidad de intervención, unidades especializadas para vigilar el subsuelo, por primera vez va a venir desde Madrid una unidad especializada de policía a caballo que estará por las calles de Aranda y habrá también una otra unidad especializada con helicópteros, así que los medios van a ser extensos y se complementarán con la Guardia Civil, que sobre todo realizará controles preventivos en la entrada a la ciudad de identidades personales sustancias es estupefacientes y armas”, detalla el secretario de la Subdelegación del Gobierno, Ricardo Elena.
Una de las medidas a adoptar será obligar a los autocares que vengan a la capital ribereña a que desembarquen en la Estación de Autobuses para facilitar el registro y control de sus ocupantes. “Vamos a intentar centralizar que todos aquellos autobuses que vengan a Aranda lleguen a la estación de autobuses para que se pueda hacer ese control en prevención de que haya menudeos, tráfico de drogas, tenencia de armas y todas las identificaciones que se tengan que realizar”, comenta el concejal de Seguridad Ciudadana, Fernando Chico.
Además de todos los cuerpos profesionales de seguridad, el operativo estará apoyado por 38 voluntarios de Cruz Roja y 60 de Protección Civil, que cuenta, como es habitual para los eventos más multitudinarios, con la colaboración de agrupaciones de otras ciudades.