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La realización de dietas sin supervisión médica puede generar graves problemas para nuestra salud

Los profesionales de la Sociedad Castellano Leonesa de Endocrinología, Diabetes y Nutrición realizan una serie de advertencias sobre los peligros para nuestra salud que conlleva la realización de dietas milagro sin la supervisión de un profesional

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Palencia

Con la llegada del verano, de una manera especial con la tan manida “operación bikini”, pero también a lo largo del año son muchas las personas que deciden poner a dieta para perder peso de forma rápida y sin ninguna supervisión médica. Hay muchas dietas que se venden como “dietas milagro” que entrañan muchos riesgos para nuestra salud.

La primera recomendación que nos dan los profesionales de la Sociedad Castellano Leonesa de Endocrinología, Diabetes y Nutrición es que siempre que se inicie una dieta es imprescindible asesorarse a través de un profesional de la salud.

Este asesoramiento es muy importante en determinadas personas que pueden considerarse “de riesgo” como pueden ser las personas de edad avanzada, personas con enfermedades crónicas (corazón, riñón, hígado etc.) personas con diabetes mellitus, jóvenes etc.

PELIGROS DE LAS DIETAS SIN CONTROL MÉDICO

Los peligros de iniciar una dieta sin control médico son muchos:

· Posibles desequilibrios nutricionales con déficits de vitaminas y minerales.

· Aparición de alteraciones del hábito alimentario peligrosos, sobre todo en personas jóvenes, que pueden generar trastornos del comportamiento alimentario.

· Empeoramiento de la enfermedad de base: cardiaca, renal, hepática…

· De forma general, la realización de dietas milagro pueden ser problemáticas para la salud incluso en personas sanas.

¿QUÉ OCURRE EN NUESTRO ORGANISMO AL INICIAR UNA DIETA?

Al iniciar una dieta nuestro organismo sufre modificaciones en el equilibrio del metabolismo, disminuyendo el gasto energético basal, es decir, con la misma actividad consumimos menos energía.

Este es un mecanismo fisiológico que tenemos en nuestro sistema genético heredado de nuestros ancestros, con el objetivo de reservar energía en épocas de hambruna.

Esto hace que cuando abandones la dieta, sin control ni supervisión médica, el repunte de peso sea lo habitual, aunque comamos menos.

Por ello es esencial modificar los hábitos alimentarios durante mucho tiempo, no sólo durante la época en la cual se realiza la dieta y, por otra parte, añadir actividad física estructurada a la dita para aumentar el gasto energético.

En resumen, iniciar una dieta, no puede significar nunca realizar unos cambios transitorios y desorganizados de nuestros hábitos alimentarios. Necesariamente conlleva un cambio en la forma de alimentarse mantenido en el tiempo y el aumento de actividad física de una manera regular.

RECOMENDACIONES DE LOS PROFESIONALES DE SCLEDyN

Los profesionales de la Sociedad Castellanos Leonesa de Endocrinología, Diabetes y Nutrición nos recomiendan, como punto de partida general si queremos perder peso, ponerse en contacto con un profesional sanitario para evaluar la situación de nuestra salud de la persona y de manera esencial en todas aquellas personas con enfermedades de base, jóvenes y personas de edad avanzada. En estos colectivos puede ser preciso modificar la distribución de nutrientes en las dietas que se realizan o incluso variar la estrategia para evitar grandes restricciones calórica. grandes restricciones calóricas.

De forma general la realización de una dieta para perder peso conlleva una disminución en el aporte calórico de en torno a 500 calorías al día, de la dieta que realiza habitualmente esa persona. Pero es muy importante que esas calorías tengan una distribución adecuada, por lo que es importante tener en cuenta los siguientes consejos:

1. Comer variadamente de todos los grupos de alimentos, aumentando el consumo de carbohidratos hasta un 55 ó 60% del aporte energético total, sin que la ingestión de azúcares simples (azúcar de mesa, bebidas con fructosa, sacarosa, etc.) sobrepase el 10% del total.

2. Por tanto, se recomienda aumentar el consumo de frutas, vegetales y granos completos de cereales, con reducción del consumo de azúcar refinado y alimentos ricos en ella.

3. Reducir el consumo de grasas hasta un 30% del aporte de energía diaria, siendo muy importante la calidad de las grasas. Las grasas monoinsaturadas deben constituir un 15% del total de las calorías ingeridas, y están representadas fundamentalmente por el ácido oleico (omega 9). También es importante aumentar el consumo de grasas polinsaturadas (omega 3: aceite de pescado y omega 6: aceite de semillas vegetales), pudiendo alcanzar porcentajes del 5-10% del aporte calórico total. Las grasas saturadas proporcionarán menos de un 10% de la energía total. Y provienen fundamentalmente de las grasas animales y lácteos. Se recomienda reducir el colesterol a 300 mg/día.

4. Respecto a las proteínas, es necesario limitar a un 15% el aporte energético de estos macronutrientes y el aporte corregido por peso a 0,8 gr por Kilo de peso y día. Debemos intentar que esas proteínas sean de alto valor biológico, fundamentalmente las que provienen

de carnes, pescados, lácteos y huevos. Los vegetales como las leguminosas y, en menor medida, los cereales también pueden aportar proteínas, pero en este caso son de menor valor biológico.

5. La cantidad de fibra vegetal presente en la dieta no debe ser nunca inferior a los 22 gr/día o, corregida por ingesta de calorías, a 10 gramos por cada 1000 calorías. La presencia de fibra en la dieta permite mantener un hábito intestinal adecuado, a través del contenido de fibra insoluble (fibra que no se fermenta en nuestro tubo digestivo) y de fibra soluble (fibra fermentable), que mejora el perfil metabólico de los lípidos y la glucosa, disminuyendo también el vaciamiento gástrico.

6. La dieta debe aportar las calorías necesarias para cubrir las necesidades metabólicas de energía. Se recomiendan unas 30-40 Kcal por Kilo de peso y día.

7. Se aconseja no sobrepasar el consumo de sal en 3 gr/día para evitar un aporte excesivo de sodio, que podría dar lugar a sobrecarga renal e hipertensión arterial. Así mismo, hay que evitar también los alimentos que contengan un alto porcentaje de sal, que fundamentalmente son los alimentos procesados industrialmente.

8. Si consumimos bebidas alcohólicas, debemos hacerlo con moderación: un vaso de vino en comidas a las mujeres y hasta dos en los varones.

ANTE UN AUMENTO O PÉRDIDA DE PESO SIN EXPLICACIÓN ACUDIR AL MÉDICO

Una pérdida de peso sin una disminución de la ingesta voluntaria, debe ser tenido en cuenta como un síntoma de alarma. Es uno de los parámetros que aparecen en todos los test de cribado nutricional, para evaluar el riesgo de desnutrición.

El aumento de peso también puede ser un dato de alarma, ya que nos puede estar advirtiendo sobre la presencia de enfermedades endocrinológicas (hipotiroidismo, enfermedad de Cushing, etc) u otras enfermedades con retención de líquidos, como puede ser insuficiencia renal o cardiaca. Por tanto, una disminución de peso o aumento, deben alertar a la persona para que acuda a su médico y se evalúe su salud.

 
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