Ocio y cultura

La corrida de rejones abre la feria, pero no la Puerta Grande

Todos los caballeros abandonaron el coso zamorano por la puerta de cuadrillas tras una mala utilización de los aceros

zamora

Día de San Pedro de 2022, el tradicional festejo taurino, ya sin presencia de mascarillas en gradas y tendidos, del día del patrón de la ciudad presentaba un formato inédito: el duelo entre tres rejoneadores portugueses y tres españoles, con reses de Don David Ribeiro Telles a las que les faltó fuerza y bravura a pesar de alguna loable excepción.

Foto panorámica de la Plaza de Toros de Zamora durante la lidia de último toro de la tarde

Foto panorámica de la Plaza de Toros de Zamora durante la lidia de último toro de la tarde

Foto panorámica de la Plaza de Toros de Zamora durante la lidia de último toro de la tarde

Foto panorámica de la Plaza de Toros de Zamora durante la lidia de último toro de la tarde

Pasadas las siete de la tarde comenzaba un vistoso paseíllo con los seis jinetes bajo los compases del pasodoble “La Puerta Grande”, tras finalizar la exhibición ecuestre se guardaba un minuto de silencio en memoria del torero de Villalpando, Andrés Vázquez, y del que fuera más de 30 años, conserje de la Plaza de Toros de Zamora, Julio Sotelo.

Abría plaza Andy Cartagena con “Campino II”, toro negro mulato de 570 kilos de peso, bien presentado de pitones y al que el alicantino colocó dos rejones de castigo. Las cinco banderillas largas arrancaron los primeros olés de la tarde, con las cortas fue menor el lucimiento. Firme utilización del rejón de muerte que cayó un poco trasero, obligando al rejoneador a utilizar por dos veces el descabello. Silencio.

Joao Moura Junior tuvo bastantes dificultades con el segundo de la tarde, que le permitió colocar un solo rejón de castigo. El cornúpeta instante después perdería las manos saliendo de un quiebro lo que desató los primeros pitos de la corrida. Moura no se dio por vencido y consiguió, gracias a su insistencia, colocar cuatro banderillas largas de forma bastante vistosa. Mala ejecución de la suerte suprema del portugués, que pincharía cuatro veces con el rejón de muerte. Tímidos aplausos para el rejoneador que se las tuvo que ver con el peor toro del festejo.

“Sardinero”, cinqueño de 596 kilos negro y cornigacho, fue sin duda el mejor toro de la corrida. Joao Ribeiro Telles, que repetía en la plaza de Zamora, se lució en todas las suertes. Colocando Tres rejones de castigo en medios de vistosos quiebros. Con la tercera y la cuarta banderilla, levantó al público de los tendidos, también los hizo con la sexta colocada al violín, al igual que cuando colocó las cortas. A pesar de los tres pinchazos con el rejón de muerte, el tercero permitió que el toro doblase sin necesidad de utilizar el verduguillo. Una oreja para Ribeiro Telles y aplausos para el toro en el arrastre.

Poco que destacar de la lidia del cuarto de la tarde por parte de Francisco Palha. Las condiciones del animal fueron la antítesis de “Sardinero. Lo intentó con las banderillas y consiguió arrancar algunos aplausos e incluso el rejón de muerte quedó bien colocado, pero tuvo que utilizar dos veces el estoque de cruceta para dar muerte al toro que le había tocado en suerte.

El onubense, Andrés Romero, que debutaba en la Plaza de Toros de Zamora mostró desde el inicio sus ansias de triunfo. Se fue a buscar al toro a la puerta de chiqueros para “torearlo” con la chaquetilla de un traje campero. Lo intentó, pero enseguida afloró la mansedumbre y la falta de fijeza haciendo muy difícil el lucimiento del rejoneador andaluz. A pesar de todo, Romero se lució con las banderillas, largas y cortas, lo que valió la sentida ovación del público. Potente colocación del acero, tras un pinchazo, que le valió una oreja.

Entre dos luces y cuando pasaban casi diez minutos de las nueve de la noche y la chaqueta apenas estorbaba, salía al ruedo “Danado” el toro con más peso de la corrida: 643 kilos. Juan Manuel Munera fue recompensado por el público con sonoras ovaciones durante el tercio de banderillas: durante la colocación de las largas realizó un impresionante baile con su montura que generó una fortísima ovación, al igual que cuando colocó las banderillas cortas atado al estribo de la silla. Buena colocación rejón de muerte que provocaría que el toro doblase junto a las tablas. Una oreja con una fortísima petición de la segunda para el rejoneador manchego.

Primer festejo de esta Feria Taurina de San Pedro 2022, con un tercio del aforo presente en el coso zamorano y en la que ninguno de los caballeros en lid consiguió abrir la Puerta Grande debido a la deficiente utilización del rejón de muerte.

 
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