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Historia y curiosidades de las piscinas de Aranda

De la mano y voz de Máximo López Vilaboa conocemos el inicio y desarrollo de estas infraestructuras tan importantes para los arandinos cada verano

Historia y curiosidades de las piscinas de Aranda

Historia y curiosidades de las piscinas de Aranda

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Aranda de Duero

Después de una ola de calor como la vivida el mejor consuelo para cualquier arandino era zambullirse en una piscina. Y el mayor reclamo cada verano es disfrutar de cualquiera de las tres infraestructuras que existen para tal fin en la capital ribereña. Unas infraestructuras que ya tienen su edad, pues aunque se hayan sometido a reformas y/o actuaciones, suman más de 50 años. De hecho, fueron inauguradas en cascada (1968,69 y 70). Y es que antiguamente los ciudadanos aprovechaban ese otro buen recurso como era -y es- el Duero para refrescarse, pero raro era el verano que como poco no se tenía que lamentar al menos una víctima mortal por ahogamiento. Así lo explicaba Máximo López Vilaboa este lunes en nuestro tiempo histórico en La Ventana Edición Ribera, que ha versado sobre cómo se crearon las tres piscinas al aire libre que tiene Aranda.

La Calabaza

No sería lo mismo el verano en Aranda si no fuera por las piscinas de la Calabaza. Las mismas tienen su origen en una gran iniciativa municipal que comenzó mediados de los años 60. En septiembre de 1965 anunciaba el entonces alcalde, Luis Mateos, “la construcción de una colonia veraniega en La Calabaza, teniendo en cuenta la situación del monte, la abundancia de agua y la proximidad a la población”. En aquel momento se hablaba de “la formación de un polígono residencial de veraneo”, en paralelo con el Polígono Industrial y Residencial que se estaban proyectando al sur del Duero.

En marzo de 1967 se anuncia quela Delegación nacional de Educación Física y Deportes había concedido una subvención a fondo perdido equivalente a la mitad del presupuesto total de las instalaciones deportivas a instalar en dicho polígono en su primera fase. En aquel momento se apuntaba también que todos los veranos en Aranda ocurría alguna desgracia por ahogamientos en el Duero y en los canales, dado que no había piscinas. Para dar servicio a la futura piscina y a la urbanización de la Calabaza se tuvo que construir un puente sobre el río Arandilla por un valor de unos dos millones de pesetas. En julio de 1970, tras numerosos retrasos sobre lo previsto, se inauguran las piscinas de la Calabaza. Las instalaciones se irán completando y reformando en los años sucesivos. La inauguración, precisamente, la llevó a cabo la primera concejal que hubo en el Ayuntamiento.

Inauguración piscina infantil La Calabaza en 1976

Inauguración piscina infantil La Calabaza en 1976 / Máximo López Vilaboa

Inauguración piscina infantil La Calabaza en 1976

Inauguración piscina infantil La Calabaza en 1976 / Máximo López Vilaboa

Costaján

En junio 1968 se ponen en funcionamiento las piscinas del Costaján, impulsadas por Fernando Oriza Ayllón y que trataban de dar un mayor atractivo al camping que ya existía, aunque desde el principio también estuvo abierta al público en general con entrada independiente. La presencia en el camping de muchos franceses y de turistas de otras naciones europeas daba a estas piscinas un carácter muy internacional, absolutamente inédito en Aranda.

¿Adivinan la piscina?

¿Adivinan la piscina? / Máximo López Vilaboa

¿Adivinan la piscina?

¿Adivinan la piscina? / Máximo López Vilaboa

Acapulco

El 7 de agosto de 1969 entran en funcionamiento las piscinas del Acapulco, inicialmente de propiedad privada. El nombre de Acapulco se eligió por el gran protagonismo que tenía en esta piscina un monumental trampolín de varios pisos de altura. Entre 1978 y 1982 las piscinas cesarán en su actividad, aunque en el 79 se da un atisbo de reapertura que finalmente no fructifica, y en la temporada de baño de 1983 por fin vuelven a entrar en funcionamiento, al pasar a ser de titularidad municipal. El entonces alcalde de Aranda, Ricardo García García-Ochoa, acudió al notario para formalizar su compra por 27 millones de pesetas.

Las piscinas de Acapulco son reconocibles, aunque la estampa es bien diferente a la de hoy día

Las piscinas de Acapulco son reconocibles, aunque la estampa es bien diferente a la de hoy día / Máximo López Vilaboa

Las piscinas de Acapulco son reconocibles, aunque la estampa es bien diferente a la de hoy día

Las piscinas de Acapulco son reconocibles, aunque la estampa es bien diferente a la de hoy día / Máximo López Vilaboa

Historias curiosas que nos ha relatado Máximo López Vilaboa y que pueden ampliarse en el audio que encabeza esta información.

Jorge Alvarado

Jorge Alvarado

Periodista. Responsable Digital de la SER en Aranda. Presentador de Hoy por Hoy Peñafiel y El Banquillo...

 
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