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Los detalles del plan industrial, de Siro que se conocerán el lunes, pasan por una inversión de 130 millones, mejoras salariales y bajas incentivadas

Los trabajadores respaldan por mayoría el plan de competitividad y garantizan la continuidad de Siro en Castilla y León

Trabajadores ante la fábrica de Siro en Toro

Trabajadores ante la fábrica de Siro en Toro

Valladolid

Los trabajadores de las plantas productivas de Cerealto Siro Foods aprobaron por amplia mayoría el plan de competitividad propuesto por la empresa, lo que garantiza la continuidad de los centros productivos en Castilla y León. Las asambleas celebradas en Toro y en Venta de Baños, apoyaron la propuesta, así como la de Aguilar de Campoo, donde la plantilla ya había validado el documento, puesto que hace un mes se mostró a favor de la hoja de ruta planteada por la empresa y la de ahora sólo hace que mejorar la anterior, según confirmó a Ical Alfonso Alonso, presidente del Comité de Empresa.

Los detalles del plan industrial se conocerán este lunes, como avanzó este sábado la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, quien participó en las asambleas para explicar el contenido de los acuerdos a los trabajadores. Hasta el momento, ha trascendido que implica un plan inversor que se ha reforzado, y que alcanza los 130 millones, con 80 millones para pagar a los proveedores y 50 para dar liquidez a la empresa y poder pagar los salarios, a lo que se unen diez millones en inversión para modernizar las plantas.

Ayer mismo, el inversor turco Afendis Capital Management, que conforma grupo con Davidson Kempner, confirmó a Ical una “última oferta revisada” a los trabajadores que supone una inversión financiera adicional de más de 12 millones de euros por su parte, que, consideran “firmemente” mejorada a las anteriores condiciones del plan de competitividad, “muy atractiva para todos los empleados de Cerealto Siro y ofrece la oportunidad de un futuro industrial y laboral sostenible para la empresa”.

También, advirtieron que para seguir adelante con la inversión era “imprescindible” que las condiciones del plan de competitividad fueran votadas por todas las plantas favorablemente en las diferentes asambleas, como así ha sido, con 872 votos emitidos, con 767 a favor; 93, en contra, y 11 en blanco, con un voto nulo. La cifra incluye a los trabajadores de Aguilar que hoy no votaron.

En Toro, de los 227 votos emitidos, 209 fueron a favor, 13 en contra y 5 en blanco; y en Venta de Baños, entre la planta y el centro especial de empleo, se emitieron 208 votos, de los que 177 fueron a favor; 27, en contra, y cuatro en blanco.

Mesa industrial

El plan se reforzará con una mesa industrial en la que administraciones, el nuevo propietario y los comités de empresa van “a poder hacer una tutela de que todo se desarrolla conforme a lo que hoy se vota”, según dijo la ministra Maroto. “Llevamos muchas crisis, y esto no se quita con una tirita”, dijo, para destacar que el plan industrial tiene que ir acompañado por uno social, que reconozca el talento de todos los trabajadores.

La tabla de salvación de Siro contempla mantener una subida salarial pactada de un dos por ciento en los próximos cuatro años y, si los objetivos de producción se consiguen, con criterios demostrables y claros, se elevará ese porcentaje hasta el cuatro por ciento a partir del cuarto ejercicio, un dos por ciento el quinto y un dos por ciento el sexto, explicaron a Ical fuentes de CSIF.

La propia ministra, sin precisar cifras, dijo que se mejoran las condiciones de poder adquisitivo, una vez se reflote la empresa, e incluye las bajas incentivadas.

A todo ello se une, según explicó a Ical Alfonso Alonso, que el plan asegura el mantenimiento de la actividad productiva en Venta de Baños, con lo que toda la carga productiva se queda en Castilla y León. El planteamiento inicial, con el cierre de esta planta, era que el 40 por ciento de la producción se derivara a Portugal y el 60 por ciento restante se repartiera en el resto de fábricas de la Comunidad.

Ahora toda la carga se queda en Castilla y León, lo que podría implicar, además, la creación de unos 100 puestos de trabajo en las factorías de Toro y Aguilar. “Es una mejora sustancial, y una muy buena noticia de cara al futuro”, sentenció Alonso.

No hay plan B

La ministra fue muy clara en las asambleas, a las que acudió para “ayudar”. “La empresa está en quiebra, por lo tanto no hay plan b”. “O conseguimos dar viabilidad a esta empresa y que los trabajadores sean parte de esta solución, o mañana estos trabajadores estarán en el Fogasa cobrando el paro”.

Maroto, que reconoció que la decisión de los trabajadores no era fácil, ya que se juegan su futuro y el de la industria de la provincia y de la Comunidad, destacó el hecho de haber “conseguido algunas reivindicaciones” de los trabajadores de Siro “respecto a recuperar la pérdida de poder adquisitivo que van a suponer estos cuatro años de contención salarial”, aunque cada planta tiene “su propia problemática”.

“Nosotros estamos aquí para ayudar. Creo que ha habido una falta de confianza por parte de los trabajadores a todas las negociaciones que se han hecho para salvar las plantas de Siro y, por lo tanto, lo que vemos es que los trabajadores necesitan tener a los políticos cerca”, indicó.

Maroto aseguró que su “responsabilidad” era acudir a Castilla y León, porque hoy se hablaba del futuro de 1.700 familias. Hizo hincapié en el “esfuerzo” realizado por el inversor “de incrementar ese plan de inversiones” que “permite” hablar del futuro.

“Trabajo silencioso”

La responsable ministerial calificó de “silencioso” el trabajo desarrollado desde principios del pasado mes de febrero y la tarea para “generar confianza” entre el inversor y los deudores. “Un trabajo muy difícil porque todo el mundo pierde. En una quiebra, cuando abordamos una crisis, estamos hablando de que lo que tratamos es de minimizar las pérdidas. Hemos buscado un equilibrio, no siempre fácil, entre todos los deudores para que cada uno asumiera una parte de esa pérdida en función de la exposición que tenía la empresa”, anotó.

“El año pasado perdió 47 millones de euros, algo que los trabajadores no conocían. No han tenido toda la información y, una vez que hemos asumido también el plan laboral, hemos trabajado en el plan financiero y el plan laboral se estaba sustanciando con el acompañamiento de la Junta y en la Fundación Anclaje, que es la que, en estos casos de crisis, asume esa responsabilidad”, señaló.

La luz al final del túnel

“Supone que, por lo menos, vemos la luz al final del túnel y esperemos que las demás plantas voten también que sí y podamos tener un futuro tranquilo. Tienen que votar todas las factorías que sí. Si alguna dice que no, estamos todos en la calle. Se trata de mejoras para poder recuperar poder adquisitivo, en función de unos objetivos que tenemos que cumplir y esperamos poder hacerlo”, señaló la presidenta del Comité de Empresa de Toro, María José de la Iglesia.

Por último, la responsable del Comité en Venta de Baños, María Mar Rodríguez, reconoció su alegría por este mayoritario respaldo de los trabajadores y aseguró que después de anunció de cierre de la planta galletera, es un acierto el haber logrado un acuerdo que permita que la planta, aunque sea sujeta a unos compromisos, mantenga su actividad.

La presidenta del comité de empresa también recalcó que, a partir de ahora, habrá que hacer un seguimiento y un trabajo profundo para estar pendiente de todos los pasos que se van dando y para lograr que los acuerdos y los compromisos se cumplan por ambas partes.

Por otra parte, Mar Rodríguez también puso en valor que el acuerdo haya sido mayoritario en todas las plantas de Siro. “La confianza de los trabajadores está ahí”, sentenció.

 
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