"Un ladrón dijo que cuando veía un cerrojo FAC, prefería ir a otra puerta"
'Raíces, memorias de vida' es una ventana abierta a las historias personales que se esconden tras las empresas más relevantes de nuestra región

La historia de FAC Seguridad es una de esas que demuestra cómo una buena idea, acompañado de un buen trabajo, puede trascender generaciones. En una entrevista en 'La Ventana de Castilla-La Mancha', Antonio Estepa, director general de la empresa familiar, ha compartido con nosotros cómo un pequeño invento de su abuelo, Ángel Estepa, en 1931, dio lugar a una de las marcas más reconocidas en el ámbito de la cerrajería y la seguridad en España.
Todo comenzó en 1931, cuando un joven emprendedor decidió combinar un cerrojo metálico horizontal con un cilindro de llaves, un invento que reforzaba la seguridad de las puertas sin necesidad de reemplazarlas por completo. Este innovador cerrojo, conocido como el "FAC", comenzó a fabricarse de forma artesanal en un pequeño taller en el barrio madrileño de Chamberí. En ese entonces, Ángel Estepa no solo creó un producto fiable, sino que también aprovechó la fuerza de la radio de los años 40 y 50 para consolidar su marca. A través de anuncios en este medio, la palabra "FAC" pasó a ser sinónimo de seguridad, al punto de que hoy en día, muchas personas no piden un cerrojo, sino que simplemente dicen "dame un FAC".

Antonio Estepa, director general de FAC Seguridad

Antonio Estepa, director general de FAC Seguridad
Actualmente, la empresa sigue siendo un referente en el sector y está a punto de cumplir 100 años. Con más de 1.000 productos en su catálogo, entre los que se incluyen cerraduras, cerrojos, candados y cajas fuertes, FAC Seguridad ha evolucionado para mantener su lugar en el mercado, adaptándose a los avances tecnológicos y ampliando su producción. En la actualidad, su planta, ubicada en la provincia de Toledo, ha ido adaptando su proceso de fabricación modernizándose con la incorporación de maquinaria avanzada.
Lo que comenzó como un taller pequeño en Madrid ha crecido para convertirse en un imperio de seguridad, que no solo protege hogares, sino que también ofrece soluciones de custodia para negocios, con una línea de cajas fuertes que se han convertido en imprescindibles para comercios y franquicias.
Antonio Estepa recuerda con orgullo que la empresa, que ahora está en manos de la tercera generación, ha logrado mantenerse fiel a los principios de calidad e innovación establecidos por su abuelo. Calidad que se hizo patente gracias a una entrevista en radio. Un recluso que había estado en prisión por robar puertas, le comentó a Gemma Nierga en una entrevista en 'La Ventana' que, "cuando veía un cerrojo FAC, prefería irse a otra puerta".
Hoy, como hace casi 100 años, el nombre de FAC sigue siendo un sinónimo de confianza y protección, tanto en el hogar como en el ámbito empresarial aunque para Antonio Estepa lo más gratificante es ver cómo, con el paso de los años, la empresa sigue contando con trabajadores que tienen el compromiso de ofrecer lo mejor en seguridad.