¿Desde cuándo existe la dote?
Esther Almarcha e Isidro Sánchez comentan en Postales Manchegas la imagen de una fiesta en el Hospicio de Ciudad Real por la adjudicación de cuatro dotes a las asiladas
Postales Manchegas | Fiesta en el hospicio de Ciudad Real por la adjudicación de la "dote" a las asiladas
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Ciudad Real
La revista Vida Manchega publicó en 1913 una serie de fotografías bajo el titular "Fiesta en el Hospicio de Ciudad Real". En una de las imágenes se reflejaba el acto de entrega de dotes a cuatro jóvenes asiladas mayores de 14 años que, según se podía leer en el pie de foto recibieron cada una 123 pesetas. Vestidas con velo, posaban junto a un grupo, en el que entre varios hombres, se veía a varias mujeres con grandes sombreros y monjas con sus tocas. Delante de ellas se observaban una especie de bolas, posiblemente conteniendo utensilios para el hogar o la cocina.
La dote, una aportación económica o en especie para favorecer el matrimonio, ha sido una práctica común en distintas culturas desde la antigüedad. En Babilonia, Grecia y Roma ya existía, y en España se siguieron dos tendencias: la germánica, que otorgaba la dote al marido, y la romana, que la destinaba a la mujer. Durante siglos, el matrimonio fue una vía de estabilidad para muchas mujeres, especialmente tras la guerra, cuando la escasez de hombres obligaba a buscar alternativas de supervivencia. En algunas órdenes religiosas, las monjas también debían aportar dote hasta que el actual Papa prohibió esta práctica.
A pesar de su larga tradición, la dote no desapareció del marco legal español hasta 1981, según explicaban en Postales Manchegas, Esther Almarcha e Isidro Sánchez, directora y colaborador honorífico del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha.
Fiesta en el Hospicio de Ciudad Real ( Vida Manchega, 1913 ) / Centro de Estudios de Castilla-La Mancha
Fiesta en el Hospicio de Ciudad Real ( Vida Manchega, 1913 ) / Centro de Estudios de Castilla-La Mancha
'Castilla-La Mancha Fea'
El espacio de esta semana ha sido aprovechado por Isidro Sánchez para recomendar el libro que acaba de ser publicado 'Castilla-La Mancha Fea'. Siguiendo la línea del titulado España Fea (2022) de Andrés Rubio, que denunciaba las aberraciones urbanísticas en el país, el arquitecto José Rivero ha coordinado esta nueva obra, publicada por la Biblioteca Añil de Ediciones Almud, que reúne a diez autores que analizan los desmanes arquitectónicos cometidos en la región durante la democracia. A través de un recorrido por las cinco provincias manchegas, el libro expone los atentados contra el paisaje y el patrimonio, muchas veces dejados a medias, reflejo de una planificación deficiente y una falta de sensibilidad hacia el entorno.
