¿Sabías que los síntomas de infarto no son los mismos en hombres y mujeres?

Toledo

Presión en el pecho, un fuerte dolor en el brazo izquierdo, en la espalda...podría ser un infarto. En el caso de los hombres, porque para la mujer los síntomas que nos pueden alertar de un problema vascular nada tienen que ver. Y así con muchas cosas relacionadas con la salud que históricamente ha dominado la perspectiva masculina y han tenido muy poco en cuenta a la mujer. Nos lo han contado esta semana en 'Toledo saludable' Carmen Gijón y Eva Luján, que forman parte del equipo de 'La tirita', el podcast referencia en el ámbito sanitario de Toledo.

Con una reivindicación: la de tener más perspectiva de género y formación en sesgos de género en la salud. Un dato que nos ha ofrecido Carmen es que en el Sistema de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) el 75% del personal sanitario es femenino, pero el porcentaje baja mucho si acudimos a cargos más relacionados con la supervisión, coordinación o dirección. Históricamente el peso del hombre en la medicina ha sido muy superior y así "hay al menos 700 enfermedades que se diagnostican menos en mujeres que en hombres". Los datos no engañan y dicen que en el caso de la mujer se diagnostica una enfermedad en seis años, el doble que en un hombre.

Los síntomas del infarto, nada que ver en hombre y mujer

Siempre hemos pensado que los síntomas comunes que pueden anunciar problemas vasculares como por ejemplo un infarto pueden anunciarse a través de presión en el pecho, dolor en el brazo izquierdo o incluso en la espalda. Pero eso es para los hombres, nada que ver con la mujer: "Para empezar tenemos más grasa, nuestros vasos son más pequeños...puede empezar con sudoraciones importantes, mandíbula o problemas intestinales". Con ello, muchas veces se diagnostica ansiedad y estrés y no algo relacionado con el corazón.

Otro ejemplo que Carmen y Eva nos han puesto y que habla del sesgo claro de género es que a la hora de testar la creación de una viagra femenina..."participaron 27 personas y solo dos eran mujeres".

Precisamente por ello hay que seguir trabajando en reducir esa desigualdad existente en lo relacionado con la sanidad y que históricamente ha mirado desde un punto de vista masculino y ahora busca cambiar para hacerlo real a la sociedad en la que convive y para la que trabaja.

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