Fray Hernando de Talavera, “pico de oro”
La columna de opinión del historiador y profesor talaverano.

La Mirada de Talavera: "Fray Hernando de Talavera", Ángel Monterrubio (06/03/2025)
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Talavera de la Reina
A partir del Miércoles de Ceniza, fecha que marca el inicio de la Cuaresma, las mujeres públicas de otros tiempos, a modo de circunstancial penitencia, debían tomar vacaciones forzosas y les quedaba prohibido por ley que tuvieran trato carnal, bajo pena de azotes a ellas y al “padre” de la mancebía. Además, recibían pláticas y sermones, obligatorios, de predicadores famosos que trataban de convencerlas para que dejaran el oficio, a los que ellas llamaban en argot "picos de oro".
Nuestro Fray Hernando de Talavera, consejero de la reina Isabel, la Católica, primer arzobispo de Granada, "el alfaquí santo" de los moriscos, también fue “un pico de oro” y gran protector de damas de vida descarriada, faceta suya menos conocida. Las crónicas de la época nos cuentan que recogía a multitud de ellas llegada la Cuaresma y las ochavas de Pascua “para que ni ellas pecasen ni los mancebos desvergonzados hallasen la ocasión de pecar".
Las alojaba en su propio palacio arzobispal y en una sala al lado del refectorio les daba él mismo una charla diaria en la que explicaba -leo textualmente- "como el diablo se servía de ellas como acémilas sobre las que llevaba muchas almas al infierno".
Tras oír sus razones, el mismo cronista dice haber visto “hartas de ellas arrepentidas y ser después honestas mujeres y bien casadas”, porque el arzobispo, a su costa, las dotaba con ajuar y dineros para ello o para entrar en monasterios y casas de religión.

Ángel Monterrubio
Diplomado en Profesorado de E.G.B., Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, Licenciado en...