Y que por lo visto 15.0

Talavera de la Reina

Y que por lo visto ya no volverán los velorios de antaño, aquellos en los que daban anís y te daban un buen café mientras despedías al muerto. Cosas de ayer.

No me veo entrando en el tanatorio con una botella de anís Machaquito bajo el brazo. Y mira que lo siento porque ayudaba a pasar el trago. Digo esto porque del nuevo cementerio municipal nada se sabe y eso que era obra urgente.

Hace 25 años el Ayuntamiento tuvo que hacer un panfletillo para calmar a la ciudadanía que estaba convencida de que en el cementerio ya no cabía nadie. Y no andaban lejos de su suposición porque el terreno para tumbas en tierra se acabó. Hubo que tirar de medidas urgentes como reducir los restos del cementerio que acogía a los muertos marroquíes de la Guerra Civil y ocupar el espacio del osario donde van a parar los restos amputados cuyos propietarios no quieren hacerse cargo de ellos.

Porque mucha gente ignora que los “restos humanos de entidad suficiente” provenientes de abortos o mutilaciones se rigen por el Reglamento de Sanidad Mortuoria y son tratados con el rango de cadáver. El caso es que se salió del atolladero por el camino de la construcción de bloques de nichos.

Pero vista la construcción, estudiado el crecimiento poblacional de Talavera, restadas las esperanzas de vida y tal y cuál, los muertos están ocupando poco espacio. O se muere poco la gente o la gente ha decidido pasar a la posteridad como los herejes de la Edad Media: mediante el fuego purificador.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Es posible que sea esta la tendencia porque somos el país europeo con más hornos crematorios. Si el pueblo ha decidido ser carne de pira como en la India, ya no hay tanta prisa por estrenar cementerio. Ese sitio al que hay que ir por el camino más largo. Vamos, circulen.