San Valentín: Entre el amor y el martirio

Toledo

Aunque me resulte un tanto perturbador que por ser el día en que ejecutaron a San Valentín por incumplir la orden del emperador Claudio II de no casar a soldados jóvenes, se celebre el día de los enamorados, no quería dejar escapar esta ocasión que se me da todos los miércoles para hablar de lo bonito y necesario que es el amor en nuestras vidas.

El primer amor y más verdadero que hemos de tener, es con nosotros mismos. No es cierto eso de que si no te quieres tú nadie te va a querer, pero el cimiento del amor es respetarse a uno mismo, cuidarse física y mentalmente y ser nuestro mejor amigo.

Después, el siguiente, aunque cronológicamente va en primer lugar, es el amor que tus padres, hermanos y familiares más cercanos te puedan dar en la infancia, ya que una buena familia hará que ese niño tenga un apego seguro y que hará que sus relaciones sentimentales de la edad adulta sean sanas con gran probabilidad.

El amor hacia otra persona, cuando es correspondido y es sano, es la sensación más bonita que se puede sentir en la vida. El hecho de que para ti tu pareja sea la más guapa del mundo, que todo lo que diga y haga te parezca fenomenal, que cuentes los días, horas y minutos para poder estar junto a esa persona, y que cuando estés con ella, cada minuto a su lado sea lo más maravilloso que puedas hacer en la vida, ya sea estar abrazados en el sofá o dar la vuelta al mundo no tiene precio.

Así que, tengas la edad que tengas, si eres de esos que piensa que el amor no existe, permítete sentirlo y recuerda que el amor es un lenguaje universal que todos podemos entender. No importa de dónde vengas, cuál sea tu orientación sexual o tus creencias, el amor nos conecta y nos une a todos como seres humanos.

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