La poda de la vid en invierno: cuándo, cómo y por qué hacerlo correctamente
Desde la DO Uclés ofrecen consejos para una buena preparación de las viñas de cara a conseguir una producción óptima

Pilar Baeza, profesora de Viticultura en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas de la Universidad Politécnica de Madrid.

Cuenca
En la última entrega de la sección Vino, Cultura y Gastronomía de la Denominación de Origen Uclés, conducida por Lola Núñez, y que emitimos los jueves cada quince días en Hoy por Hoy Cuenca, se abordó el tema de la poda de la vid.
En esta ocasión, participó la profesora Pilar Baeza, profesora de Viticultura en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas de la Universidad Politécnica de Madrid, quien explicó la importancia de esta labor y los aspectos clave a tener en cuenta.
“La poda debe realizarse en la fase de parada vegetativa de la vid, es decir, cuando la planta ha perdido sus hojas”, explica Baeza.
La poda de la vid en invierno: cuándo, cómo y por qué hacerlo bien
10:13
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
“Este periodo se extiende desde noviembre hasta marzo o abril, dependiendo de la zona y la climatología. Se recomienda realizar la poda bien al inicio de este periodo o justo antes de la brotación, ya que en estos momentos la planta está en actividad radicular, lo que facilita la cicatrización de las heridas y reduce el riesgo de infecciones. Además, es aconsejable evitar temperaturas bajo cero, ya que las heridas tardan más en cerrar y la planta sufre más”.

ABEL VALDENEBRO

ABEL VALDENEBRO
La preparación
En cuanto a la preparación para la poda, la profesora Baeza resaltó “la importancia de contar con herramientas en buen estado, especialmente tijeras bien afiladas, para asegurar cortes limpios que favorezcan la regeneración de la planta”.
Asimismo, hizo hincapié “en la necesidad de desinfectar las herramientas con frecuencia para evitar la propagación de enfermedades. Un método sencillo y accesible es utilizar un pequeño bote con agua oxigenada en spray, lo que permite una desinfección rápida y efectiva durante el trabajo en el campo”.

ABEL VALDENEBRO

ABEL VALDENEBRO
Técnicas
Sobre la técnica de corte, Baeza explicó que “este debe realizarse en el entrenudo, ya que esta zona presenta menor resistencia de la madera, lo que facilita el corte y minimiza el daño a la planta”.
Más información
Además, añadió, “el corte debe hacerse con una inclinación opuesta a la última yema dejada, lo que evita que el agua de la lluvia o la savia caigan directamente sobre ella. También se debe dejar un pequeño espacio entre la yema y el corte para evitar que el tejido que alimenta la yema se seque y afecte su desarrollo”

ABEL VALDENEBRO

ABEL VALDENEBRO
¿Cuántas yemas dejar?
En relación con la cantidad de yemas a dejar en la planta, la experta indicó que “esto depende de diversos factores como la variedad de vid, el tipo de suelo y el régimen hídrico del viñedo”.
“Para determinar la cantidad óptima”, añade Baeza, “se puede analizar el vigor de la planta pesando los sarmientos podados. En viñedos con buena disponibilidad de agua, un sarmiento sano debe pesar entre 50 y 60 gramos, mientras que en zonas de secano el peso ideal puede aumentar a 90 o 100 gramos. En cualquier caso, es recomendable seguir las normativas establecidas por la Denominación de Origen correspondiente, que regula la producción máxima por hectárea”.
Finalmente, Lola Núñez destacó que “en la DO Uclés existen normativas específicas que estipulan los kilos de uva permitidos por hectárea, lo que influye directamente en el número de yemas que deben dejarse en cada planta para garantizar la calidad y el rendimiento óptimo de la producción vitivinícola”.

Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...