Con qué poco nos conformamos

Desde el próximo lunes, mira qué bien, se va a poder volver a viajar en tren a Valencia por las tardes. RENFE recupera el servicio de un Media Distancia que va a salir de nuestra estación a las cinco y que va a volver desde Valencia a las ocho y veinte de la tarde.

Si esto me lo llegan a decir en 1998, el año que yo terminaba mi carrera de Periodismo en la capital del Turia, despacho rápidamente al Rappel de turno que me lo estuviera vaticinando por estafador. Cómo iba a ser eso posible, cómo iban a estar las dos ciudades incomunicadas por ferrocarril todas las tardes de los días entre semana, pero si los trenes en ambos sentidos eran tan frecuentes que, de tanto que tenías para elegir, no sabías cuál escoger.

Pero resulta que llegó el AVE, y los horarios disminuyeron. Primero nos dejaron unos cuantos trenes de velocidad alta, que no era lo mismo que de alta velocidad, ya empezamos con los enredos de palabras; pero también se fueron reduciendo porque a Albacete nos hicieron la cobra con el trazado entre Madrid y Valencia pasando por Cuenca. Así que, nos quedamos sin AVE hacia la ciudad que me acogió en mis años universitarios

Pero nos quedaba algún Intercity, a los que yo tenía un especial cariño porque me traían buenos recuerdos, y los media distancia. Hasta que, oh destino cruel, llega la pandemia y con ella la excusa para acabar con todo lo que nos gustaría acabar pero no nos atrevemos a decirlo. De un plumazo se cargaron todos los trenes para viajar a Valencia por la tarde los días de diario. Termina la pandemia, vuelve la normalidad, pero no los trenes. Ah, se siente.

Que sí, que en RENFE nos dirán que sí que teníamos posibilidades de viajar a Valencia, y es verdad, pero haciendo trasbordo en Cuenca. Coges el tren en Albacete, te bajas en Cuenca, esperas media hora, en el mejor de los casos, y te subes a otro, ahora sí, hacia la estación Joaquín Sorolla. El problemita, pues que tardas más que cuando yo viajaba hasta allí hace 30 años.

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Así que, sí, recuperar el Media Distancia el lunes que viene es una buena noticia, porque menos da una piedra, vale. Pero con qué poco nos conformamos. Por cierto, del Intercity, de momento, ni rastro.