Defensa deniega a Jacobo Barchín, guardia civil en silla de ruedas, poder seguir en activo

Toledo

El Ministerio de Defensa ha denegado a Jacobo Barchín, un guardia civil de San Clemente (Cuenca) en silla de ruedas, que pueda seguir en activo en un puesto adaptado a su situación. El agente, que en 2020 sufrió una lesión medular por un accidente de bicicleta, mantiene intactas sus funciones cognitivas y su movilidad superior y defiende que su discapacidad no le impide poder realizar labores administrativas o burocráticas en el instituto armado.

"Me considero una persona completamente válida y puedo seguir aportando mucho a la Guardia Civil y a la sociedad. Tengo una lesión medular incompleta y mi capacidad cognitiva y miembros superiores están intactos. Adaptándome el puesto podría seguir ejerciendo otro tipo de funciones dentro de la Guardia Civil", explica en la SER al recordar los argumentos que ha repetido por activa y por pasiva ante todas las instancias a las que ha recurrido.

En octubre, tras pasar por varios tribunales médicos -con resoluciones negativas pese a sus evidentes avances gracias a la rehabilitación- Barchín interpuso un recurso ante el Ministerio de Defensa como última opción antes de acudir a la vía judicial. "Nos dijeron que tenían intención de enmendar el error y adaptarme el puesto de trabajo y que interpusiéramos un recurso potestativo de reposición", señala. Recurso que el departamento de Margarita Robles, finalmente, ha desestimado con el mismo argumento: "inutilidad para el servicio".

Barchín, destinado en la localidad alicantina de El Campello, apela a otros precedentes en la Policía Nacional o en el propio Ministerio de Defensa, que sí readmitió a una soldado que se encontraba en su misma situación. Denuncia que las mayores barreras a la integración de las personas con discapacidad "no son las físicas sino las mentales, especialmente las de las instituciones que más trabas ponen” para conseguir este objetivo.

La Asociación Unificada de la Guardia Civil, que ha acompañado al agente en todo este proceso, acusa en un comunicado a la Dirección General de la Guardia Civil y al Ministerio de Defensa de atentar contra los derechos de los guardias civiles con discapacidad y de incumplir el artículo 27 de la Convención Internacional sobre Derechos de las personas con Discapacidad.

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Con la vía administrativa ya agotada, Jacobo Barchín -sin ingresos desde octubre hasta que le sea reconocida la incapacidad permanente- llevará su batalla ahora al contencioso-administrativo. "Tengo 34 años y muchos planes personales y no tengo por qué resignarme a vivir de una pensión. Quiero seguir trabajando, es mi vocación y lo que siempre he soñado, y quiero seguir sirviendo a la ciudadanía de la mejor forma posible", zanja.