23 de enero, San Ildefonso en Toledo: Santo y Patrón, que no se nos olvide

Buenos días, nos dé Dios, don Alejandro.

Teniendo en cuenta el día en el que nos encontramos, 23 de enero, creo que la temática de la sección de este jueves no ofrece margen a la duda. Lógicamente, hoy toca hablar del patrón de Toledo, el ilustre San Ildefonso.

Si hace un mes reivindicábamos la figura de Santa Leocadia, patrona de Toledo, ahora toca hacer lo propio con San Ildefonso, ya que las ciudades históricas desde el punto de vista tradicionalista, siempre tienen un alma femenina y un alma masculina, un lado femenino y un lado masculino, una luna y un sol, un blanco y un negro. En el caso de San Ildefonso, siempre me ha llamado la atención un amplio abanico de cuestiones. Pero hoy, si me permites, amigo Alejandro, voy a quedarme con dos de ellas.

En primer lugar, me gustaría destacar el propio nombre de Ildefonso. Actualmente, aquellas personas que se lanzan a la aventura de tener hijos, optan por otro tipo de nombres para sus hijos. Sin embargo, me atrevería a decir que si conociesen bien el significado de Ildefonso, tal vez la cosa cambiaría. Como señala el añorado profesor Rivera Recio, el particular nombre de nuestro arzobispo godo tiene un marcado origen germánico. Por un lado, Hilde, que significa batalla siguiendo la antigua lengua germánica, y, por otro, Funs, que se traduciría como dispuesto. Por consiguiente, Ildefonso sería aquel que está presto para la batalla. Más épica, imposible.

Y en segundo lugar, quiero quedarme con la visión que nos ofrece el mismísimo San Ildefonso de nuestra querida ciudad de Toledo en el momento de la Historia que le propició un mayor simbolismo a nuestra urbe, me refiero a mediados del siglo VII cuando Toledo era la capital del Regnum Gothorum, es decir, del Reino Visigodo, y es decir de nuevo, del germen de España. Dice San Ildefonso: «En la gloriosa sede de la ciudad toledana, y la llamo gloriosa, no por ser centro de atracción para innumerables hombres, pues que le da prestigio la presencia de nuestros gloriosos príncipes, sino porque entre los hombres temerosos de Dios es considerado lugar terrible para los injustos y para los justos digno de admiración». Madre mía… Sacralidad por doquier.

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En resumen, amigo Alejandro, está muy bien el hecho de disfrutar de este día festivo, al igual que está muy bien que hagamos como hace años, cuando este día estaba señalado en el calendario de cierto centro comercial del sur de Madrid, más concretamente de Leganés, al ir miles de toledanos a comprar. No obstante, y más allá de estos asuntos mundanos, jamás nos permitamos el lujo de olvidar quién fue Ildefonso, santo y patrón de Toledo.