El 2% Cultural impulsa la restauración del castillo de Beteta con 850.000 €

Cuenca

El castillo de Rochafría, también conocido como Rocafría o Rochafrida, se encuentra en el punto más alto del casco urbano de Beteta. Se trata de una fortaleza de origen exacto incierto aunque sus vestigios indican una construcción de época árabe. A lo largo de la historia, ha tenido un papel estratégico en distintos conflictos, destacando su uso como polvorín durante la Segunda Guerra Carlista.

Actualmente, este castillo está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y ha sido objeto de diversas fases de restauración y consolidación. No obstante, aún quedan trabajos pendientes para asegurar su conservación a largo plazo. En este contexto, el Ayuntamiento de Beteta ha recibido recientemente una subvención de 849.412.66 euros a cargo del 2% cultural del Gobierno de España, un programa estatal destinado a la conservación del patrimonio histórico.

Un proyecto en marcha

El alcalde de Beteta, Manuel Vega, ha explicado en una entrevista en Hoy por Hoy Cuenca que el Ayuntamiento se encuentra “en la fase de preparación del expediente para ejecutar las obras con los fondos otorgados”. Actualmente, están “redactando el proyecto de ejecución, el cual deberá pasar por Patrimonio para su aprobación definitiva antes de poder iniciar los trabajos”.

A pesar de esta importante subvención, el financiamiento no cubre la totalidad del proyecto. “La ayuda estatal cubre el 75% del coste, mientras que el 25% restante debe ser asumido por otras entidades”, detalla el alcalde. “De este porcentaje, el 10% lo aportará el Ayuntamiento, mientras que el 15% deberá provenir de una entidad pública o privada”. En este sentido, se están explorando distintas opciones, “con la Diputación Provincial de Cuenca como posible colaborador para asumir parte del gasto”.

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Plazos y ejecución de las obras

El proceso administrativo para acceder a estos fondos sigue un calendario estricto. En primer lugar, el Ayuntamiento cuenta con 10 días para aceptar la resolución provisional de la subvención. Posteriormente, dispone de “seis meses para presentar la documentación definitiva que valide la concesión del dinero”, detalla Vega. “Una vez otorgada la ayuda de forma oficial, habrá un plazo adicional de 15 días para presentar los documentos necesarios para ejecutar el proyecto. Según lo establecido, los trabajos deberán realizarse en los años 2025 y 2026, lo que brinda un margen de dos años para la ejecución efectiva de las obras”.

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Trabajos de restauración y consolidación

Gran parte del castillo ya ha sido restaurado en intervenciones anteriores. De hecho, una parte significativa de la muralla se consolidó hace aproximadamente diez años gracias a otra subvención. Sin embargo, “aún quedan secciones en estado deteriorado que requieren intervención urgente”, explica el alcalde.

El dinero recibido se destinará principalmente a:

-Refuerzo y consolidación de las murallas restantes, especialmente en las zonas más afectadas por el paso del tiempo.

-Intervención en la torre del homenaje, la estructura más elevada del castillo y la que presenta mayores necesidades de restauración.

-Excavaciones arqueológicas, con el fin de descubrir nuevos elementos históricos dentro del recinto y conocer mejor la evolución del castillo a lo largo de los siglos.

“La torre del homenaje es una de las áreas prioritarias del proyecto, ya que quedó inconclusa en anteriores fases de restauración y necesita una consolidación urgente para evitar su deterioro progresivo”, matiza Vega. “Además, se pondrá especial atención en la muralla noreste y noroeste, dos de las secciones más afectadas por el desgaste del tiempo”.

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El reto de conservar el patrimonio

A pesar de la importante inversión que supondrá esta nueva fase de restauración, el alcalde de Beteta advierte de que “todavía queda mucho trabajo por hacer. Aunque la subvención supone un avance significativo, es probable que en el futuro sean necesarias más ayudas económicas para completar la rehabilitación integral del castillo”.

El objetivo final “es garantizar la conservación de este monumento histórico y potenciar su valor cultural y turístico. Con su restauración, no solo se protegerá un legado de gran importancia para Beteta y la provincia de Cuenca, sino que también se contribuirá a la dinamización del turismo en la zona”.