Cáritas ya ha atendido a un 17 por ciento más de personas sin hogar en Toledo que en todo 2023

Toledo

Entre un 10 y un 15 por ciento de las personas que llegan al albergue de Cáritas en Toledo para pedir alojamiento no puede acceder por falta de plazas. El número de personas sin hogar atendidas en los dos centros residenciales que la entidad tiene en Toledo y Talavera y en los albergues que tiene repartidos por la provincia ha crecido en lo que va de año un 17 por ciento. Son 350 personas más que en 2023 y eso que el año no ha acabado aún.

La precariedad laboral y las dificultades para acceder a una vivienda están detrás de este incremento. Una demanda que hace que las 28 plazas del centro ‘Cardenal González Martín’ en Toledo sean insuficientes. La entidad ofrece a quienes se quedan fuera alojarles en otro centro de Cáritas en la provincia o en la región, pagarles un hostal o utilizar el Centro de Día para la manutención o el aseo personal.

Personas como Leonor, Julio y Javier, que llegaron hace varios meses al albergue de Cáritas en Toledo con situaciones muy diferentes pero un denominador común: la falta de un hogar que va más allá de un techo. "Aquí tenemos una vida normal, es muy duro vivir en la calle", explica Leonor. Javier arrastra problemas de salud que le impiden trabajar y en el centro de Cáritas en Toledo asegura haber encontrado una familia.

Julio, que llegó de Argentina hace varios años, no ha encontrado aún un trabajo estable que le permita vivir en un piso compartido. “Trabajo los fines de semana pero el sueldo que percibo no me permite independizarme". Es la segunda vez, explica, que llega a este centro tras itinerar por varios puntos del país con trabajos esporádicos. "Como aún no tengo permiso de residencia es muy complicado encontrar trabajo", señala.

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Cáritas Toledo atendió el año pasado a casi 1.400 personas en situación de calle con un patrón que en los últimos años está cambiando. A los perfiles habituales -hombres de mediana edad sin empleo, sin apoyo familiar y con las prestaciones agotadas- se suman, cada vez más, mujeres, familias con menores y migrantes en búsqueda de asilo. Personas que, en muchos casos, llegan además con un trastorno mental no diagnosticado.

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"Estar en una situación de vulnerabilidad agrava los problemas emocionales y la salud mental", afirma Mónica Moreno, secretaria general de Cáritas Toledo. "Por eso, reivindicamos a las administraciones, que son garantes de los derechos, que nos ayuden a dar una vivienda digna y un techo a las personas sin hogar. Nadie está libre de llegar a una situación de calle", recuerda.

En centros como el de Toledo, además del alojamiento sin límite temporal, Cáritas les ayuda también a mejorar su formación para facilitar su reinserción laboral. Un 70 por ciento de ellos, explican, logran llevar una vida autónoma cuando abandonan el centro aunque los subsidios que perciben, si no encuentran un empleo, y teniendo en cuenta el precio de la vivienda, sólo les permitan alquilarse una habitación en un piso compartido.

"Caminemos juntos" es el lema elegido este año por Cáritas para conmemorar el próximo domingo el Día de las Personas sin Hogar. En 2023, la entidad atendió en todo el país a 42.336 personas "sin hogar, un 7,2 por ciento más que el año anterior. Una efeméride que la entidad ha aprovechado para abrir las puertas de su centro residencial en Toledo a los medios de comunicación de la capital y dar a conocer el trabajo que realizan con estas personas.