Santiago Prieto: el geólogo y apasionado descubridor de dinosaurios de Cuenca

Cuenca

Santiago Prieto es geólogo ya jubilado. En los años 80, amante como es de la naturaleza, recorría la Serranía de Cuenca y prestaba atención a las piedras. Esa curiosidad y su formación académica le llevaron a percatarse de la importancia de los fósiles que encontraba poniendo sobre la pista a los paleontólogos sobre lo que hoy conocemos como yacimiento de Las Hoyas, considerado en la actualidad, tras varias décadas de investigación, como uno de las más importantes de Europa.

Su historia nos la ha contado en una entrevista en Hoy por Hoy Cuenca a la que ha acudido acompañado de su hija Irene Prieto que ha seguido sus pasos profesionales. El Museo Regional de Paleontología (MUPA) le ha reconocido su aportación de la paleontología de Cuenca poniendo su nombre a una de sus salas.

El geólogo

Santiago Prieto es profesor universitario ya jubilado de Didáctica de las Ciencias Experimentales, materia que impartió entre 1982 y 2018 en la Facultad de Magisterio del campus de Cuenca de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).

Prieto es un destacado descubridor e impulsor de yacimientos paleontológicos en la provincia de Cuenca. Ha sido clave en hallazgos como Las Hoyas y en la excavación de cuevas como la de Juan Labranz, en la Sierra de Valdecabras, y El Estrecho, en Villares del Saz. Además, ha contribuido al descubrimiento de abrigos con pinturas rupestres y yacimientos de la Edad del Bronce. Aficionado a los deportes de naturaleza, es pionero en la escalada y espeleología en la provincia, abriendo numerosas vías icónicas. También ha sido un activo divulgador, participando en eventos como el Geolodía, promoviendo el conocimiento geológico y paleontológico local.

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“Mi afición era la espeleología”, nos cuenta Santiago Prieto, “pero gracias a un profesor que tenía en el instituto, José Antonio Peña, se fueron uniendo unas cosas con otras y me decidí a estudiar Geología. Me gusta el campo y la naturaleza. Y por ahí han ido saliendo las cosas poco a poco”.

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Las Hoyas

“Los primeros fósiles con peces me los mostró un amigo que trabajaba en la construcción, se llamaba Santiago también, que los había encontrado entre las piedras que usaban para decorar fachadas de las casas”, explica Prieto. “Esas piedras se extraían de un lugar en la Serranía en el que se había hecho una roturación para plantar pinos”.

Esas piedras son como lajas, planchas finas muy planas, y aquel lugar en el que se movió el terreno es, hoy en día, el yacimiento paleontológico de Las Hoyas. “En esas piedras es donde primero vi los fósiles de peces”, dice.

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Y con esos fósiles, Santiago Prieto se presentó un día en el despacho de la profesora de Geología, Nieves López de la Universidad Complutense de Madrid. Se dio la circunstancia de que se encontraba allí José Luis Sanz, paleontólogo y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.

“Yo no soy especialista en paleontología y una vez que supe de la importancia de esos fósiles fui a hablar con mis antiguos profesores de la universidad”, recuerda Prieto.

“Al principio pensé que esos fósiles podrían ser jurásicos”, como nos contó en una ocasión en Hoy por Hoy Cuenca el profesor Sanz. “Luego vimos que eran más modernas, del Cretácico. Y como la profesora López trabajaba el Terciario y yo el Mesozoico, decidimos que yo me encargara de la investigación. Fue así de casual”.

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El descubridor de Concavenator

Según leemos en el libro De Gwangi a Concavenator: 50 años de paleontología en Cuenca, coordinado por Iván Narváez y Pepe Alfaro, en concreto en el apartado Historia de la Paleontología de los vertebrados mesozoicos en Castilla-La Mancha que firma el profesor de Biología Evolutiva de la UNED, el paleontólogo Francisco Ortega:

Probablemente el fósil más emblemático del yacimiento de Las Hoyas es ‘Concavenator corcovatus’. Algunas muestras del ejemplar fueron localizadas en los años 1980 por Santiago Prieto en la zona de Las Hoyas, pero la relevancia del ejemplar no se reconoce hasta una revisión de los restos depositados en la Facultad de Educación de Cuenca. Identificada el área de origen de estos restos, la excavación del ejemplar se desarrolló en el año 2003 y, tras una larga fase de preparación, fue descrito en el año 2010.

“Yo estaba en las excavaciones de esos años, sí”, explica Prieto. “He sido parte de esos descubrimientos, ha habido otra gente, no quiero ser yo el protagonista. En aquellos tiempos el interés se enfocaba en los ejemplares que salían limpios, más pequeños y más accesibles para su estudio. Sin embargo, las muestras iniciales de Concavenatorestaban encerradas en un marco de roca. Se insinuaba que ahí podría haber restos de un organismo mucho más grandes. Recuerdo que la forma de las vértebras habían dejado la huella en las rocas”.

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Irene Prieto

Irene Priego decidió seguir los pasos profesionales de su padre y actualmente es profesora también de Didáctica de las Ciencias en la UCLM. “Los fines de semana siempre salíamos a la naturaleza y hacía especial hincapié en que observara los fósiles, las rocas”, recuerda. “Al cabo del tiempo acabé estudiando la carrera de Geología y me especialicé en Paleontología”.

Irene forma parte también de Geodiscover, empresa “con la que hacemos rutas interpretativas por la naturaleza, hemos excavado en diferentes sitios como Carrascosa del Campo, también en Las Hoyas, Buenache de la Sierra o la cueva de Juan Labranz. Además, hacemos talleres didácticos para niños”.