Gran tarde de Tomás Rufo en una encerrona brillante también en el plano ganadero
Se lidiaron toros de Garcigrande, Santiago Domecq, Victoriano del Río, El Freixo , Daniel Ruiz y Núñez del Cuvillo. El cuarto, de nombre Rebujino, número 25, fue indultado
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TALAVERA, 21/09/2024.- El diestro Tomás Rufo durante su faena en solitario en la corrida de las fiestas de San Mateo, este sábado en Talavera de la Reina, en la que lidia astados de diferentes ganaderías: Garcigrande, Santiago Domecq, Victoriano del Río, El Freixo, Daniel Ruiz y Núñez del Cuvillo. EFE/ Manu Reino / Manu Reino (EFE)
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Talavera de la Reina
Abrió plaza un toro superclase que hizo el avión por el pitón derecho reduciéndose según llegaba a jurisdicción de Tomás Rufo, quien lo condujo vertical enroscándoselo a la cintura con gusto. Mató pulcramente a la primera y a sus manos fue la primera oreja de la tarde.
El segundo, de Santiago Domecq, tardó en salir porque se enredó con las cuerdas de la puerta de chiqueros. No sabemos si tal circunstancia, y la previsible pugna del toro para liberarse, agotó su depósito de fuerza. El caso es el que toro, de enorme temple, quiso más que pudo, por lo que la gente no echó demasiada cuenta a lo que Rufo intentó.
El tercero, de Victoriano del Río, fue simplemente extraordinario. Ya desde el inicio por delantales, después de recibirlo de rodillas a porta gayola, se vio que la embestida era especial por cómo volcaba la cara. Rufo le cortó dos orejas por una faena de más a menos que ya en los primeros compases presagiaba algo gordo. Hubo entrega, garra y ajuste por los dos pitones, aunque el mejor fue el izquierdo, por el que el toro se iba hasta el final por abajo. El premio para el de Victoriano quedó en vuelta, y para su matador en dos orejas.
Pero si el tercero fue extraordinario, el cuarto, de El Freixo, no lo fue menos. Hizo surcos en la arena cuando acometió por el derecho, sin levantar la cara, embistiendo en curva. Y Rufo lo crujió en una faena de series muy largas y muy por abajo, construyendo un trasteo -brindado a su padre- que concluyó con el indulto del toro de El Freixo, cuyo ganadero, El Juli, compartió vuelta con Rufo, a quien no le entregaron trofeo alguno.
El quinto fue devuelto por arrastrar los cuartos traseros, y en su lugar salió un sobrero de la misma ganadería que el titular, Daniel Ruiz. También fue notable y, a la postre, de gran fondo. En los primeros compases no terminó de humillar, pero en la muleta derrochó entrega y ritmo, cualidades que Rufo aprovechó en una labor larga y arrebatada en la que destacó la ligazón. Tras matar a la primera tentativa le fueron concedidas dos orejas.
Y para rematar, en el sexto también hubo porta gayola, con el añadido del tercio de banderillas que protagonizó el propio matador, con más voluntad que brillantez. El de Núñez del Cuvillo tuvo un gran pitón izquierdo, aprovechado de manera intermitente por el de Pepino, que optó por el arrimón cuando hubo exprimido a su noble oponente. Y a fe que lo exprimió, hasta arrancarle una oreja con la que cerró una triunfal encerrona, con gran nivel del torero toledano y de las ganaderías lidiadas.
Tomás Rufo salió a hombros.