Maribel Martínez Redondo tiene la nota más alta de Castilla-La Mancha en las oposiciones para educación especial

Las Pedroñeras

Igual que tras la selectividad hablamos de los alumnos con la nota más alta de la región, hoy hemos hablado con una opositora con la nota más alta de las oposiciones a magisterio. Maribel Martínez Redondo, natural de Santa María de los Llanos, ha conseguido la nota más alta en la especialidad de PT (Pedagogía Terapeútica), es decir, de educación especial, siendo así la primera de la lista en conseguir plaza fija en el cuerpo de maestros de la región en esta convocatoria y especialidad.

Martínez Redondo lleva desde 2016 presentándose a las oposiciones y, en la cuarta convocatoria, ha conseguido plaza para esta especialidad tan vocacional. "Toda persona que se dedica a la docencia tiene que tener una vocación, como en otros trabajos, pero en cuanto a la educación especial, es una rama que, o te gusta o no te puedes dedicar a ello porque no valdrías, es muy bonita, pero es muy dura", señala la maestra

Sus funciones son muy diferentes en función del centro que escoja ahora. Si es un centro ordinario, estará de apoyo, mientras que en un centro de educación especial el trabajo es más duro porque se concentran más pluridiscapacidades y los casos son más complejos que en un centro ordinario, su trabajo no está tan limitado como en el centro ordinario.

La maestra ve importante la educación especial en un centro ordinario porque es una forma más de inclusión. "Si estos alumnos estuvieran educándose siempre en centros específicos y con otros niños que están en sus mismas condiciones, no se estarían integrando directamente en la sociedad", asegura Martínez Redondo.

Por ello, la maestra de educación especial apuesta por la inclusión de la educación especial en los centros ordinarios, "lo que fomenta la inclusión de estos alumnos en los centros ordinarios es el que se tenga conciencia de que estos alumnos existen, son una persona más, tienen que estar incluidos con todos los alumnos".

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Y es que, a pesar de las necesidades que puedan tener los alumnos con capacidades diferentes en un centro ordinario, "todos los alumnos tienen alguna peculiaridad, no todos los alumnos aprenden de la misma manera, por lo que debemos entender el aula como una diversidad en sí".

Ahora Martínez Redondo espera conocer el centro que se le asignará para trabajar. Entre sus preferencias, la zona de La Mancha, quedándose así en nuestra comarca y no abandonando un municipio pequeño por una gran ciudad.