El carpintero de Cuenca que hace casas mágicas en lo alto de los árboles de la sierra

Cuenca

Quizás sea más una imagen de las películas y series americanas, pero seguro que han visto alguna vez esas cabañas en los árboles en las que juegan los niños. Son lugares de aventura y fantasía, el primer momento de emancipación del hogar de los más pequeños.

Siguiendo ese espíritu aventurero, algunas empresas hosteleras ofrecen también casas en los árboles como alojamiento turístico. Y si hay aventura y fantasía tiene que haber un mago, en este caso un carpintero capaz de crear estas viviendas voladizas que nos harán sentir como pájaros en su nido.

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El carpintero mágico

Pero no nos andemos por las ramas. Queremos contarles la historia de Juan Marcos Segura, aragonés de Zaragoza, pero con padre de Tragacete, en Cuenca, provincia en la que ha recalado este carpintero estos últimos años. Aquí se inspira en sus amplias masas forestales y aquí crea sus casas mágicas.

“En realidad todo comenzó en el sur, en Estepona, en Málaga”, explica. “Allí me pidieron varias veces que construyera casas-árbol para niños. También he seguido el programa de televisión Mi casa en un árbol”. Para que luego digan que no se aprende viendo la tele. “Al final, preguntando, arriesgando un poco, vas aprendiendo”.

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La casa del árbol

Una de las casas-árbol construidas por Marco Segura en Cuenca la encontramos en los alojamientos turísticos Los Barrancos en Villalba de la Sierra. “Tiene 34 metros cuadros de vivienda más la terracita con su mesitas y sus sillas”, describe. Más que algunos pisos que se ofertan ahora, apuntamos nosotros. “Tiene su yacusi, su cocina con frigorífico, su televisor, su cama de matrimonio, el bosque para ti, para que lo puedas disfrutar mientras desayunas o comes. Es otro mundo, poder dormir ahí, esa sensación”.

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“Los días de viento es lo mejor”, asegura, “cuando notas que se mueve la cabaña”. Tal vez no todos lo vean así de atrevido como él. “Es un espacio seguro. No son casas rígidas. No es una casa de ladrillo. Las casas de madera son más eficaces en cuando a terremotos porque admiten mucho movimiento. Mis cabañas las pongo en un árbol solo, no se hacen fuerza un árbol contra otro. Es como un baile que tienen el árbol y la casa. Tampoco las pongo muy altas. Hay que buscar el equilibrio”.

En árboles, en cuevas o a cielo abierto: alojamientos exóticos pero cercanos

Marcos Segura describe cómo es pasar una noche en esas casas árbol: “es una sensación que es mejor probar. Ya solamente dormir en el campo, en este caso de Villalba a las puertas del Parque Natural de la Serranía de Cuenca, es una sensación que hay que probar. Estás integrado del todo en la naturaleza. Es como si fueras un ave más durmiendo en el árbol. A mí me gusta no poner en marcha electrodomésticos, no hacer mucho ruido”.

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Cabañas de madera

Este carpintero construye cabañas también en el suelo, “casas de madera de estilo canadiense. He hecho dos en Nohales”, dice. “Aunque las más asequibles son las alpinas, con forma de A, son seguras, son casi todo tejado, con poca pared. Creo que es la mejor opción de todas”.

El próximo proyecto que tiene entre manos será la construcción “de cuatro casas-árbol y una casa hobbit en una finca particular cerca de Valdecabras”, avanza.